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Coalición Canaria perdonó a Sacyr 59 millones de euros por Emmasa

La empresa recuperará todo lo que pagó por quedarse con el negocio del agua en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife gracias a un acuerdo supuestamente ilegal de CC
Sede central de la empresa Emmasa, en Santa Cruz de Tenerife. Sergio Méndez
Sede central de la empresa Emmasa, en Santa Cruz de Tenerife. Sergio Méndez
Sede central de la empresa Emmasa, en Santa Cruz de Tenerife. Sergio Méndez

Un negocio multimillonario, sin riesgos y sin gastar un euro. La multinacional española Sacyr ya ha recuperado, gracias a una devolución supuestamente ilegal autorizada por Coalición Canaria (CC), la mitad de lo que le costó quedarse con el negocio del ciclo integral del agua de Santa Cruz de Tenerife mediante un concurso resuelto en 2005.

Sacyr se quedó con la muy rentable empresa del agua porque fue la que ofreció el canon más alto, 59 millones de euros (10 más de lo exigido en el pliego), lo que permitía a las arcas municipales recuperar los 52 que había pagado cuatro años antes por el frente de playa de Las Teresitas. Pero Sacyr, sin experiencia hasta entonces en el negocio del ciclo integral del agua, ganó el concurso asumiendo una serie de compromisos que le permitían explotar la concesión durante los siguientes 25 años. El principal de ellos fue deshecho dos años después mediante un acuerdo del consejo de administración de la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife (Emmasa), ya controlada por Sacyr, que, al parecer, decidió devolver a la matriz, es decir a ella misma, el canon abonado a razón de 2.360.000 euros al año.

Desde que el consejo de administración de Emmasa autorizó ese reembolso a Sacyr y hasta 2019, ya se han traspasado a la multinacional 28,2 millones de euros, una decisión que ha sido puesta en entredicho ahora por los servicios jurídicos de la Corporación.

Todo el artificio montado para resarcir injustamente a Sacyr se descubrió en 2018, cuando Emmasa reclamó al Ayuntamiento una subida de la tarifa del agua para los vecinos y vecinas de Santa Cruz de Tenerife con la justificación de equilibrar las cuentas de la sociedad. Entonces quedó al descubierto que Sacyr recuperaría los 59 millones aportados en el año 2005, otros 3 más en intereses, 80 millones por el 5,5% de la facturación anual de Emmasa, y aproximadamente 156 más en concepto de reparto de dividendos por los beneficios durante los 25 años de vida del contrato.

Es decir, que sin poner un solo euro, Sacyr podría acabar recaudando cerca de 300 millones que volverían a salir una vez más del bolsillo de los chicharreros y chicharreras. El modus operandi de esta operación consiste en que unos empresarios aportan un dinero aparentemente beneficioso para la ciudad, pero lo recuperan sin riesgo y multiplicando por cinco la supuesta inversión en un corto espacio de tiempo a través de los recibos del agua que paga religiosamente la ciudadanía para poder disfrutar del servicio.

El catedrático Francisco Villar

La compañía multinacional ha alegado en su descargo y a requerimiento de los servicios municipales que el canon abonado fue en realidad una especie de préstamo a Emmasa por las tasas de la utilización de los bienes del servicio integral del agua durante los 25 años siguientes, y que por eso debe recuperarlo.

Para defender esta idea se sirvió de un informe a su favor encargado al catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de La Laguna Francisco Villar, el mismo del que siempre se ha servido Coalición Canaria para avalar sus decisiones más polémicas. Se trata del mismo autor que avaló frente a la Intervención General del Ayuntamiento de La Laguna la concesión de un préstamo de 120.000 euros y la prórroga de la concesión del servicio de retirada de vehículos a los que luego se supo que eran amigos amigos del exalcalde de la ciudad y expresidente de Canarias, Fernando Clavijo, que se quedaron, de ese modo, con la concesión.

informes municipales

Pero el Ayuntamiento de Santa Cruz maneja informes que defienden lo contrario de lo sostenido por Francisco Villar ya que ni el pliego de condiciones ni la memoria que sirvió para elaborarlo hacen referencia alguna a la obligación de devolver al licitador el canon abonado, simplemente porque no se establecía tal condición. La recuperación de la inversión y los beneficios debía obtenerlos de la explotación del servicio, según sostienen los servicios municipales en la actualidad.

Con ellos coincide la jurisprudencia existente, que llega a considerar como “situación a todas luces esquizofrénica” que se permitiera recuperar el canon abonado por el licitador y que el mismo figurase como deuda de la empresa (en este caso Emmasa) pues eso desvirtuaría el concurso porque se estaría dando el absurdo de que ganaría el que más dinero ofreciese, siempre con la idea de que lo va a recuperar mientras durante la vida de la concesión.

Fuentes del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife han reconocido que el actual grupo de gobierno tiene la intención de eliminar estos pagos anuales a Sacyr y emprender todas las acciones judiciales necesarias para la anulación del acuerdo del consejo de administración de Emmasa. A su entender, Sacyr, aprovechándose de su control sobre la empresa (95% de las acciones), declara una deuda de Emmasa a su favor y la devolución de las cantidades abonadas sin el menor fundamento legal.

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