calves para brillar

Las mil caras de la princesa Leonor

¿Qué dice su comunicación no verbal sobre ella?

De camino a cumplir sus 15 años, Leonor de Borbón y Ortiz es Princesa de Asturias y la primera en la línea de sucesión al trono español. Y, a pesar de su corta edad, ya es protagonista de un continuo examen y escrutinio público. Sus apariciones públicas, discursos, gestos y forma de vestir acaparan titulares en unos medios de comunicación sedientos de información “real”, a la vez que aumenta la fascinación sobre la verdadera personalidad de la princesa adolescente. Pero ¿qué dice su comunicación no verbal sobre ella?

GESTUALIDAD CONTROLADA

Muy protegida y arropada por sus padres, la hija mayor de los Reyes ha ido ganando presencia pública en los últimos años, algo que nos ha permitido conocerla un poco más de cerca y observar todos esos detalles que nos descubre el comportamiento no verbal. A pesar de que sus apariciones son, siempre y exclusivamente, en compañía de sus padres y familiares, durante el confinamiento por el coronavirus pudimos verla junto a su hermana dando ánimos a los españoles en un video meticulosamente estudiado, con la intencionalidad de mostrar cercanía, empatía y normalidad a los ciudadanos, pero tan controlado y medido al detalle que impedía proyectar una imagen natural y espontánea en sintonía con su edad. 

CONSCIENCIA CORPORAL

A pesar de su juventud, Leonor tiene muy interiorizados los gestos y movimientos del cuerpo propios de su papel como princesa, como la posición corporal al sentarse, la forma de descansar las manos entrelazadas o el caminar sosegado. Además de otro detalle que nos habla de su consciencia corporal, como la frecuente mirada dirigida hacia sus padres en la búsqueda constante de aprobación y complicidad, propia del principiante que persigue el beneplácito del maestro.

ESTILO DE COMUNICACIÓN

Es de justicia admitir que la comunicación oral de la princesa es extraordinaria. Su neutral acento castellano, perfecta dicción y manejo adecuado de la entonación vocal, dejan constancia del entrenamiento y educación que ha recibido durante años. Sin embargo, lo que más llama la atención es lo que no vemos. Por ejemplo, en sus primeros discursos en los Premios Princesa de Asturias y otros eventos, que daban el pistoletazo de salida a su trayectoria institucional, la ausencia de frescura, espontaneidad y un estilo propio de comunicación revelaron una comunicación algo coartada y cercada por las composturas. 

CLÁSICA SOBRIEDAD

Muy al estilo royal.  Es habitual verla luciendo zapatos planos o bailarinas, vestidos neutros de corte clásico o estampados discretos. Sus infantiles trenzas han quedado atrás para dar paso a una melena suelta mucho más juvenil. A diferencia de algunas de sus homólogas europeas, Leonor no ha mostrado signos de la rebeldía habitual de los adolescentes. Ni maquillaje, ni accesorios, ni un estilo propio realmente personal y diferenciado que refleje su verdadera esencia. Siempre a juego con su hermana, y en sintonía con el atuendo de sus padres o que requiera cada contexto. Bajo la estela de su madre, sigue la misma línea y tendencias de la reina Letizia. Así que, de momento, su papel como heredera parece que va marcando los pasos de la joven princesa.

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