El mejor del mundo

Por Arturo Trujillo

Para mí y los míos, quiero lo mejor del mundo”. Cuántas veces hemos escuchado o pronunciado esta frase a lo largo de nuestras vidas… Y es que la búsqueda de lo mejor del mundo, es algo lógico, de sentido común. Traigo esto a colación porque hace unos días leí aquí, en DIARIO DE AVISOS, una noticia que me sorprendió por cuanto entiendo se trata de una fórmula que podría solucionar de una vez la tan cacareada reforma de nuestro sistema de pensiones.
El índice Global Pension Índex, que analiza treinta y cuatro sistemas de pensiones de países de todo el mundo, concluye su último informe diciendo que “el sistema de pensiones de Holanda es el mejor del mundo”, que combina un sistema público con otro de inversión individual. Y, claro, en España, desde la creación del Pacto de Toledo en 1999, tenemos pendiente la reforma de nuestro sistema que, precisamente ahora, deberá tramitarse con carácter urgente e ineludible, porque los 27 miembros del Consejo de Europa lo han convertido en condición sine qua non para poder cerrar el acuerdo sobre el Fondo de Reconstrucción de la Unión Europea. Y si el holandés es el mejor sistema del mundo, ¿a qué esperamos para estudiar su viabilidad en España?
Porque esa reforma, no solo nos permitirá recibir dineros de ese Fondo de Reconstrucción, sino porque, además, serviría para poder mantener la dignidad de nuestras pensiones y el poder adquisitivo. Y no es que tengamos que copiar al pie de la letra el sistema holandés, pero siendo el mejor del mundo, no cabe la menor duda que, al menos algunos aspectos comunes deberíamos intentar imitar.
Pero, claro, te encuentras con declaraciones como las del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en las que afirma que “empezaremos a tener un problema en el sistema público de pensiones, a partir de 2025, por la evolución de la población”, y se te baja la moral. Porque parece como si no hubiese prisa en resolver este problema. Y mientras tanto, la deuda acumulada por la Seguridad Social, que además está en quiebra técnica, podría superar los 50.000 millones de euros, en su mayoría provenientes de préstamos que el Estado ha concedido a la Tesorería General, precisamente para el pago de las pensiones.
Pero, si sorprendentes son esas declaraciones del ministro Escrivá, aún llama más la atención lo que dijo sobre el Fondo de Reserva: “da igual si el fondo de reserva está vacío o no”. Y claro, inmediatamente surgen las preguntas: ¿qué significa, que da igual?. ¿Es que el Gobierno prepara nuevos impuestos para solventar ese déficit?. Y mientras, ¿qué hace la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo?
Durante veinticinco años esta comisión ha sido incapaz de encontrar una fórmula que garantice el equilibrio que debe existir entre lo que pagamos a la Seguridad Social y lo que ésta tiene que abonarnos cuando alcanzamos la situación de pensionista. Pero esto también será inviable, si no se abordan de una vez los problemas que influyen directamente en las pensiones, como son la baja natalidad, el acelerado envejecimiento de la población y la llegada de inmigrantes poco cualificados, y cuyas consecuencias sociales y económicas podrían ser graves.
En fin, creo que Global Pension Índex nos ha venido a recordar que en materia de pensiones todo está inventado, y al mismo tiempo nos muestra el camino a seguir. Por tanto, ¿a qué esperamos?, ¿a que llegue el año 2028 y el sistema público de pensiones haya alcanzado los 15 millones de pensionistas?. Entonces ya no habrá solución. Ahora se anuncia para el próximo septiembre una nueva reunión del Pacto de Toledo para abordar este asunto de la reforma de nuestro sistema. Esperamos que elijan el mejor del mundo.