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La gran obra del túnel que unirá el Norte con el Sur de la Isla comienza el próximo mes

El tramo El Tanque-Santiago del Teide del Anillo Insular se iniciará a finales de septiembre y el ritmo de obras será frenético, ya que se trabajará en tres turnos durante las 24 horas
La gran obra del túnel que unirá el Norte con el Sur de la Isla comienza el próximo mes

Dice el refrán que obras son amores, que no buenas razones, aunque en el caso del Anillo Insular vale más el que reza ‘obra empezada, medio acabada’. Pese a que fue deseado y aprobado por todos los partidos políticos durante las últimas legislaturas, ninguno consiguió terminar una infraestructura que nació en el año 2008 y que se antoja imprescindible para conectar el Norte y el Sur de la Isla y aliviar la congestión de tráfico de la Autopista del Norte (TF-5) en dirección a Santa Cruz.
Las palabras y las buenas intenciones superaron a los hechos, y prueba de ello es el retraso que ha sufrido este megaproyecto, que sorteó desde sus inicios obstáculos de todo tipo. Nadie garantizó que la construcción de la obra pública más cara de España (240.370.796 euros, íntegramente financiados por el Gobierno central) fuera a ser sencilla.
Una de sus mayores dificultades radica en la orografía del macizo de Teno y la longitud del túnel de 5,1 kilómetros proyectado a la altura de Erjos (el más largo del Archipiélago y uno de los más largos de España) que se hará en el tramo El Tanque-Santiago del Teide, adjudicado en noviembre del pasado año a la UTE formada por las empresas FCC, El Silbo y Syocsa-Inarsa.
Este último hecho revirtió el parón de la últimos años y el proyecto ha vuelto a encaminarse. Así, lo que hasta hace un año parecía imposible de lograr, está a punto de convertirse en realidad y septiembre será clave porque a finales del próximo mes se comenzará a cavar el túnel de Erjos por el lado sur para comenzar el citado tramo, según las previsiones de la Dirección General de Infraestructura Viaria del Gobierno de Canarias.
Ya se han realizado los desvíos de carreteras necesarios, puesto que la salida del túnel en este sentido quedaba cerca de una curva muy pronunciada que había en la carretera actual y requirió desplazarla hacia el centro del valle. Este cambio permitirá durante este mes empezar a preparar todo el terreno, dado que la carretera desplazada coincide con la subida hacia Masca.
Desde finales de 2019 hasta ahora se fueron solventando todos los problemas que se presentaban, principalmente en las dos canteras que se se restaurarán: La Grama (junto al núcleo de Santiago del Teide) y Bilma, a la altura de la glorieta de acceso al casco urbano de este municipio, en torno a las cuales se ha hecho un movimiento de tierras de varios cientos de miles de metros cúbicos. La primera ya está totalmente colmatada tras desbloquear los problemas administrativos con Medio Ambiente y obtener la autorización para empezar a actuar a comienzos de abril, en pleno confinamiento por la pandemia de Covid-19. El objetivo de rellenarla al 100% se cumplió en cuatro meses.
Respecto a la segunda, se están acondicionando los accesos para poder verter toda la roca que se extraerá de la excavación del túnel. En este caso, para poder iniciar los trabajos es necesaria la autorización ambiental de Minas, confirman desde la Dirección General.
El ritmo de obras será frenético ya que se trabajará en tres turnos las 24 horas, porque el objetivo es acabar y poner en servicio este nuevo tramo del Anillo Insular de 11,3 kilómetros en noviembre de 2023.

Número de carriles

Además de contar con una vía más segura y de mayor capacidad que la TF-82, permitirá ahorrar a los conductores más de 45 minutos con respecto a la vieja carretera. Actualmente, ir de Santiago del Teide a El Tanque puede llevar entre 25 y 35 minutos, mientras que cuando esté finalizada la obra el trayecto se hará en apenas 10 y a una velocidad media aproximada de 120 kilómetros por hora, aunque esta última dependerá del número de carriles que haya en el exterior del túnel.
Inicialmente eran dos ascendentes y uno descendente, pero se está intentando modificar el proyecto para que sean dos por sentido, un compromiso que desde la Dirección General se adquirió con el presidente del Cabildo, Pedro Martín.
Una vez finalizado este tramo, atraerá una media diaria de entre 27.500 y 29.000 vehículos de la comarca Norte de Tenerife hasta el Sur porque el nivel de saturación actual de la carretera es de 30.000 coches diarios.
Mientras dure la obra no habrá cambios en la circulación que afecten a los ciudadanos, porque los movimientos de tierra de un lado al otro se realizarán a través del túnel para evitar colas interminables.
La complejidad de esta infraestructura no solo radica en la ejecución, sino en las dificultades que tuvo que sortear: falta de acuerdo en las expropiaciones; errores de plazo en las adjudicaciones con las consiguientes suspensiones en el inicio de los trabajos; declaraciones de impacto ambiental a contrarreloj; obras anexas; firmas en contra de algunos tramos; cambios de gobiernos en las administraciones competentes; y algún que otro ‘olvido’ (como sacar a tiempo el concurso para el “control y vigilancia de la ejecución de las obras del tercer carril de la TF-1, en su tramo San Isidro-Las Américas, enlace de Las Chafiras”, en San Miguel de Abona.
Inconvenientes que se superaron, pero que ralentizaron durante más de una década el proyecto que supondrá un antes y un después en la movilidad de Tenerife al permitir conectar los dos extremos. Tras varios años de espera, parece -nunca mejor dicho- que se empieza a ver la luz al final del túnel.

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