tribuna

Un olvido premeditado: recordando a Blas Cabrera y Felipe

Por Leandro Trujillo Casañas

Este título tiene que ver con la opinión del profesor Benito Rodríguez Ríos (1915-1984), el químico tinerfeño de amplio currículum científico y reconocidos valores humanos que fue capaz de ver más allá de la inmediatez cotidiana. Hasta donde sabemos este catedrático de química inorgánica fue quien, con mayor interés, se ocupó de la figura del profesor Cabrera en Canarias durante los largos años de silencio obligado.
En sus investigaciones, el profesor Rodríguez Ríos (1915-1984) consultó los artículos de Blas Cabrera y Felipe (1878-1945) y fruto de sus propias reflexiones cayó en la cuenta de “…las graves consecuencias que para la ciencia y el desarrollo tecnológico de España supuso la súbita interrupción de la labor investigadora y creativa del ilustre canario y de las escuelas que fueron apareciendo al socaire de su propio quehacer…”.
En su discurso titulado Magnetismo y Química en la obra de don Blas Cabrera y Felipe que cerró el amplio homenaje que en 1978 se tributó a Blas Cabrera y Felipe en Canarias –con motivo del centenario de su nacimiento— diría que aparte de la exaltación del físico canario, el homenaje que se le ofrecía “… para mí representa también una reparación a tanto olvido premeditado…”.
El prolongado olvido de la figura de Blas Cabrera llama la atención si tenemos en cuenta que fue justamente reconocido y venerado en nuestra sociedad insular –especialmente en La Laguna su ciudad adoptiva—y también “borrado del mapa” como se suele decir, al estallar la terrible tragedia nacional asociada al golpe militar de 1936.
Durante su exilio parisino Blas Cabrera esperaba regresar a su casa madrileña al finalizar el conflicto armado, sin embargo los propósitos de los acólitos del nuevo régimen lo empujaron al exilio en México donde falleció el primero de agosto de 1945, se cumple ahora el LXXV aniversario del final de su fructífera vida y desde que sus restos fueron depositados en el cementerio de México, Pabellón Español.
La historia de la recuperación de la memoria del hijo adoptivo de La Laguna evidencia que el regreso en 1968 de Nicolás Cabrera Sánchez Real (1913- 1989) –el hijo más joven de don Blas y reconocido especialista de la física del estado sólido— para ocupar una cátedra y la dirección del Departamento de Física –Universidad Autónoma de Madrid— resultó ser crucial porque además de lo simbólico él guardaba en lo más íntimo, podríamos decir, el deseo de reivindicar la figura de su padre injustamente tratada.

Universidad Pérez Galdós

El gran homenaje que se le tributó en Canarias por iniciativa de la Universidad Internacional de Canarias Pérez Galdós en 1978 resultó ser fundamental, además de oportuno y bien diseñado por el secretario de esta efímera institución con sede en Las Palmas, Alfonso de Armas Ayala (1924-1998) y sus colaboradores. Basta con leer la relación de conferenciantes e invitados para tener idea del nivel que tuvo este acontecimiento, mencionemos como ejemplo de lo que decimos las adhesiones –con sendos escritos— de los Premios Nobel H. Van Vleck y Louis Néel, ambos teóricos del magnetismo de la materia que utilizaron las medidas de momentos magnéticos realizadas en Madrid por Cabrera y colaboradores.
Después de 1978 todo fue diferente tanto por los cambios políticos y sociales como por los muchos reconocimientos de homenaje y recuerdo ofrecidos a partir de entonces. La Laguna es la ciudad donde Cabrera recibió el alimento cultural que lo impulsó a cumplir con su deseo de hacer una obra “…que honre a España…”. La Ciudad de los Adelantados ha sido escenario de algunas iniciativas importantes tomadas en el Instituto de Canarias Cabrera Pinto, la Real Sociedad Económica y la Cátedra Blas Cabrera y Felipe de la Universidad de La Laguna en el sentido de rotular una de las calles de La Laguna –están rotuladas igualmente calles de muchas ciudades de España—, y algo que ha sido, desde nuestro punto de vista, importante el reconocimiento por unanimidad de la Corporación Lagunera como Hijo Adoptivo, reconocimiento justificado y merecido.
El homenaje de la Ciudad de La Laguna consistió, además, en el descubrimiento del busto –Vicente Pérez Hernández; bronce 2002—en la plazoleta Guillermo Rancés y Esteban, V Marqués de Casa Laiglesia (1854-1904) —en la entrada del Instituto— la cual convive con la escultura dedicada al director Adolfo Cabrera Pinto y Pérez (1855-1926) –Jesús María Perdigón, bronce 1925—.

Exposición itinerante

La conmemoración en 1995 –Arrecife (Lanzarote) — del L Aniversario del fallecimiento de Blas Cabrera por iniciativa de la asociación Amigos de la Cultura Científica con una exposición itinerante sobre diversos momentos de la vida y obra del homenajeado bajo el título Blas Cabrera: vida y obra de un científico produjo el consiguiente estímulo para que tuviese continuidad en el congreso Blas Cabrera: su vida, su tiempo, su obra convocado para los días del 4 al 12 de noviembre de 1995. Y ahora en el presente, cuando conmemoramos el LXXV aniversario de su muerte fuera de España en el exilio Mexicano –México D.C. 1º de agosto de 1945— deseamos que se renueve la memoria colectiva para no volver a olvidar a quien fue pieza fundamental en el impulso que recibió la investigación científica de España en las primeras décadas del siglo XX.

Trabajo pionero

No se puede concebir el nivel de las ciencias físicas de hoy en España sin el trabajo pionero del que es considerado como el padre de la física moderna española. Las investigaciones de nuestro paisano y sus discípulos y colaboradores –realizado en el primer tercio del siglo XX— dio paso, además, a la aparición de los diferentes grupos y escuelas que se formaron a partir de este núcleo principal de Madrid. Primero en el Laboratorio de Investigaciones Físicas, inicialmente, y a partir de 1932 en el Instituto Nacional de Física y Química (Fundación Rockefeller).
La calidad de las medidas que se iban dando a conocer en revistas especializadas despertó el interés de los más competentes físicos que a partir de 1911 eran convocados para discutir en las Conferencias Solvay problemas fundamentales en la frontera de la física. Cabrera fue uno de los invitados de la VI Conferencia Solvay (1930) sobre magnetismo de la materia que tuvo lugar en Bruselas entre el 20 y 25 de octubre.
Los miembros del Consejo Científico de este simposio fueron N. Bohr (Copenhague), B. Cabrera (Madrid), M. Curie (París), Th. De Donder (Bruselas), A. Einstein (Berlín), Ch. E. Guye (Ginebra), M. Knudsen, Secretario (Copenhague) y O.W. Richardson (Londres), nombres que evidencian el nivel que tenían estas reuniones.
Las efemérides tienen importancia porque actúan como acicates para que en virtud de la memoria podamos traer al presente tiempos y personas. En esta ocasión se trata de recordar a Blas Cabrera y Felipe y si es posible tomarlo como modelo de vocación y voluntad hasta conseguir su propósito de conseguir metas importantes para elevar el nivel científico y cultural de nuestro país, tal como llegaría a decir en 1934 “…desearía estimular a mis jóvenes paisanos para la realización de una obra que honre a España…”. Estas palabras están grabadas en el monumento que la Ciudad de La Laguna le dedicó el 10 de junio de 2002.

* Físico

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