
Un nuevo conflicto entre la libertad de expresión y las ofensas a los símbolos nacionales ha partido en dos al Tribunal Constitucional y presagia otra batalla jurídica en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El TC ha acordado este jueves, por una diferencia mínima, desestimar el recurso de amparo interpuesto por un representante sindical que, en el curso de una protesta laboral en el arsenal militar de Ferrol, profirió insultos contra la enseña nacional (“hay que prenderle fuego a la puta bandera”, gritó) durante la ceremonia de izado.
El asunto llegó al Constitucional después de que la Audiencia Provincial de La Coruña confirmara la pena al pago de una multa de 1.260 euros impuesta a Pablo Fragoso por el Juzgado de lo Penal número 1 de Ferrol por un delito de ultraje a España.
El proceso penal contra Fragoso, representante de la Confederación Intersindical Galega, comenzó por una denuncia del estamento militar.
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