Un sondeo al que ha tenido acceso DIARIO DE AVISOS revela que el cuatripartito que gobierna Canarias resiste a las crisis y se consolida. La oposición, en particular CC, sufre un leve desgaste y Vox podría entrar en un futuro Parlamento. Desde las últimas elecciones autonómicas en Canarias, las del 26 de mayo de 2019, no han transcurrido todavía dos años. Obviamente. Pero en este corto periodo de tiempo se han producido circunstancias susceptibles de cambiar el rumbo en el sentido del voto. La crisis derivada de la pandemia del coronavirus ha hecho que estructuras políticas muy sólidas se tambaleen. La caída en desgracia de Donald Trump en Estados Unidos es un ejemplo muy gráfico de las consecuencias de una calamitosa gestión de situaciones de tal calibre. Sin embargo, una encuesta continua (tracking) a la que ha tenido acceso el DIARIO refleja que, en medio de las tormentas, el electorado no le ha pasado factura al cuatripartito. Con un margen de error del 1,45%, la estimación de febrero realizada por Agora Integral apenas altera el escenario. A simple vista, lo más sobresaliente es la eventual entrada de Vox, con dos escaños (Tenerife y Gran Canaria). Por lo demás, el PSOE amarra sus 25 actuales y tiende a subir. En cambio, CC-PNC-AHI retrocede ligeramente desde los 20 hasta los 18-19. El PP se balancea en un columpio demoscópico: arriba (12) o abajo (10). Nueva Canarias recuperaría el acta que, como no adscrita, la majorera Sandra Domínguez (AMF) se llevó del grupo: el partido del vicepresidente del Gobierno repetiría los cinco parlamentarios. Idéntica suerte correrían Sí Podemos Canarias (4), de la consejera Noemí Santana (Derechos Sociales), y Agrupación Socialista Gomera, de Casimiro Curbelo, que tiene a Yaiza Castilla en Turismo, Industria y Comercio. En la oposición, Ciudadanos (2) gana opciones de preservar la representación en el Grupo Mixto.
Las variaciones en la circunscripción regional se refieren al PSOE (3 o 4, uno más), a la órbita de Coalición Canaria y al PP. Por un lado, los nacionalistas tachados de “conservadores” por sus antagonistas de NC (astilla del mismo palo) perderían uno y el Partido Popular rascaría otro o, en su defecto, revalidaría el logrado en el estreno de esta lista complementaria a las siete insulares, una modalidad que estableció el Estatuto de Autonomía de 2018 y cuya reforma del sistema electoral está pendiente de una ley que previsiblemente se aprobará antes de este verano. Si no, en lo sucesivo se aplicaría la disposición transitoria. Por islas, poco que contar. No se atisba un revolcón que desfonde el colchón del pacto así llamado “de progreso” (de las flores, también).
En lo que respecta a la valoración de líderes, Ángel Víctor Torres se anota el mayor grado de aceptación y el mejor nivel de conocimiento. El secretario general del PSOE canario y jefe del Ejecutivo encabeza la clasificación con una buena calificación.
El 16 de julio de hace un año y siete meses, en su toma de posesión, Torres reclamó a la sociedad “complicidad” y “exigencia” para que “empujemos todos” ante el objetivo de hacer una Canarias mejor, pues “no cabe rendirse ante la resignación de unos indicadores heridos e inaceptables” En la sede tinerfeña de la presidencia , con el entonces ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, Torres incidió en la idea de que “otra Canarias es posible y necesaria”. Animó a revertir la situación para entregar en 2023 “una Canarias más justa, solidaria y sostenible”. Prometió “un Gobierno que defienda con firmeza el interés general de los canarios, pero no desde la debilidad del ruido, hablando alto y caro, pero no gritando”, e iniciando una etapa “en la que escuchemos y seamos escuchados”.
El dirigente socialista fue investido el 12 de julio, en sustitución de Fernando Clavijo, después de 26 años de Coalición Canaria en el poder. “Seamos un Gobierno de carne y hueso, no uno inaccesible”, exclamó ante el pleno del Parlamento. “Solo deben tener miedo quienes no quieran repartir la riqueza o los que quieran revertir los derechos logrados, como el matrimonio igualitario o las leyes contra la violencia machista”, abundó Torres. “Que la mayoría no nos tenga miedo porque estarán con nosotros, en un ejecutivo y un Parlamento que defiende la justicia social, el desarrollo sostenible y una Canarias responsable, sostenible, que cuide el medio ambiente y con servicios básicos dignos”, apostilló. Durante las dos jornadas del debate, Torres tendió la mano al “diálogo y el consenso, hasta el agotamiento para dejar atrás el hastío, entre las fuerzas políticas, las instituciones y la sociedad”, sobre los ejes de “la inclusión social, la lucha contra la pobreza y el fortalecimiento de los servicios públicos”.
El sábado 22 de junio, Ángel Víctor Torres, Román Rodríguez, Noemí Santana y Casimiro Curbelo firmaron en el santacrucero parque de García Sanabria el acuerdo de 26 páginas que apartaba “las discrepancias y los matices” para iniciar “una tarea extraordinariamente importante”. La ciudadanía de Canarias “no nos perdonaría que esta ilusión fracasara y es nuestra responsabilidad que esto funcione”, apuntó Rodríguez.
El 31 de diciembre, Torres proyectó dos pruebas de fuego para 2020: la salida del Reino Unido de la Unión Europea y la amenaza de una desaceleración económica, que, anticipó, Canarias afrontaría con determinación. “No vienen tiempos fáciles”, auguró. “La sociedad canaria se ha enfrentado a una cadena de acontecimientos que nos han puesto a prueba”. Mencionó el incendio forestal de agosto en Gran Canaria: “Nos abrasó la incertidumbre de los que dejan atrás sus recuerdos, sus enseres, sus animales”. Luego llegaría el apagón eléctrico en Tenerife. Tampoco se olvidó de la quiebra del turoperador Thomas Cook: “Ha servido para que seamos más conscientes de nuestra fragilidad y de la robustez de nuestras fortalezas. Me ha conmovido el modo en que Canarias ha sabido reaccionar con entereza, madurez y eficacia ante todos esos problemas. La clave ha estado en la unidad de acción, en la solidaridad y en el esfuerzo”.
En el discurso institucional de 2020, Ángel Víctor Torres reseñó: “Nos hemos enfrentado a nuestra capacidad para resistir y para rehacernos en los más inesperados acontecimientos”. Sus primeras palabras eran de agradecimiento por no haber detenido la COVID-19 las “esperanzas”. Ante los “múltiples desafíos” que se iban encadenando, como el fenómeno de la inmigración clandestina, se aferró al “empeño denodado” por hacer comprensible, “más que nunca”, la ayuda del resto de España y Europa.