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Rechazo unánime al cuartel de Las Raíces para inmigrantes

Tanto los partidos en el poder como los de la oposición coinciden en criticar por inadecuado el viejo cuartel lagunero y en insistir sobre la necesidad de activar las derivaciones y repatriaciones
Personas migrantes en el campamento de Las Raíces FRAN PALLERO

Ni el formidable temporal que ayer afectó a Canarias en general y a Tenerife en particular evitó que, como anunció DIARIO DE AVISOS, llegasen los primeros migrantes que se alojarán en el viejo acuartelamiento de Las Raíces, dentro del término municipal de La Laguna. La apertura de dicho centro para albergar a las personas que llegan en pateras y cayucos a las Islas estuvo marcada por la polémica, tanto en el propio centro como en la valoración de los distintos partidos políticos. En Las Raíces hubo un amago de motín, dado que los migrantes, inquietos al no haber sido informados del traslado, se negaron en un principio a bajarse de la guagua que los trasladó desde el Puerto de la Cruz. En cuanto a los políticos, tanto los que hoy ocupan el poder como los de la oposición coincidieron en criticar la idoneidad de las instalaciones de Las Raíces como en recalcar la imperiosa necesidad de llevar a cabo derivaciones a la Península y repatriaciones hacia los países de origen.

En medio de un insólito apagón informativo al centralizar el Ministerio de Migraciones los contactos con los medios (finalmente, solo hubo un tuit del ministro, José Luis Escrivá), Las Raíces abrió sus puertas para acoger a unos 80 migrantes, la gran mayoría hasta ahora alojados en hoteles portuenses.

Como no podía ser de otra manera dado el temporal, fueron recibidos por un manto de agua, mucho viento y un frío propio de los ocho grados centígrados que marcaba el termómetro al mediodía de ayer en esta zona de la Isla. Los problemas llegaron cuando estas personas, visto el panorama, se negaron en un principio a bajarse de la guagua, dado que ni sabían que iban a ser trasladados e, incluso, entre ellos circuló el temor de que fueran abandonados a su suerte en paraje tan inhóspito.

Pero el amago de motín se diluyó tan rápidamente como se planteó cuando los policías nacionales desplegados y los trabajadores de Cruz Roja explicaron a los migrantes las novedades. Aclaradas las cosas, imperó el buen rollo, a tal punto que no pocos tuvieron la iniciativa de ayudar al personal de Las Raíces a la hora de descargar bultos y otros menesteres.

Aunque anoche solo durmieron allí algo más de 80 personas, la previsión para Las Raíces es que dé cobijo a unas 2.400. Los próximos en llegar serán los ahora instalados en El Hierro y, lógicamente, vendrán muchos desde Gran Canaria.

Desagrado

En cuanto a la perspectiva política, a ninguno de los cuestionados ayer por este periódico les parece que las instalaciones de Las Raíces sean adecuadas, “y menos en esta época del año”, apuntaba Luis Campos (NC). El propio presidente insular, Pedro Martín, no dudó en manifestar que “no es el sitio más adecuado”, mientras que desde la oposición, el líder tinerfeño del PP, Manuel Domínguez, expresó su “rechazo a este plan de centros masificados para Canarias”. Por su parte, el secretario general de CC, Fernando Clavijo, incidió en que lo vivido ayer en Las Raíces “es una de las consecuencias de acoger en Canarias a miles de personas a través de un plan de emergencia desordenado y precario”.

Especial mención merece la reacción de Rubens Ascanio (Unidas se puede), para quien “es lamentable que el Ministerio no haya querido atender la voluntad del Ayuntamiento de opciones de acogida más humanitaria, basada en pequeños centros”.

Hay que destacar que solo Campos celebró lo que supone el día de ayer “en cuanto a la solidaridad entre islas para hacer frente a esta crisis, la misma solidaridad que los canarios le pedimos a otros territorios y a Europa, por mucho que todo el que conozca Las Raíces sabe que no es un lugar adecuado para acoger a cientos de personas”.

Pero los consultados ayer también coinciden, en líneas generales, en que, como dice Pedro Martín, este tipo de remedios alojativos “tienen que ser necesariamente provisionales, y para eso hace falta que las derivaciones a la Península tengan un carácter permanente y que las repatriaciones sirvan como efecto disuasorio”. Para Manuel Domínguez hay “mala gestión del Gobierno, porque hacen falta las derivaciones y las repatriaciones”, mientras que Clavijo coincidió en las críticas a Madrid por unos hechos que “causan una profunda preocupación entre los canarios y una enorme frustración entre los migrantes por su bloqueo en las Islas”.

Por su parte, Ascanio tiene claro que “los macrocentros son fórmulas inadecuadas para la acogida e integración de la población, y más cuando no son unas instalaciones dignas, como es el caso de Las Raíces, mientras que sobre la Unión Europea (de la que Martín apuntó que “está dejando mucho que desear”) ya propuso hace unos días el eurodiputado de Ciudadanos José Ramón Bauzá que “tiene que tratar diferente a Canarias, la única región ultraperiférica con crisis migratoria”.

El Campamento 50, de Gran Canaria, inundado

Uno de los recursos habilitados en Gran Canaria para alojar a los migrantes es el llamado Campamento 50, otra instalación militar en desuso que se acondicionó para su nueva función. Lo cierto es que bastaron las primeras lluvias del actual temporal para que las instalaciones se inundaran, mostrando así sus carencias.

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