el charco hondo

Concatenación

Una concatenación no deseada de pequeños errores, en un momento especialmente difícil y complicado. Eso fue lo que pasó. Fin de la cita. Así ocurrió. Caso cerrado. A otra cosa. Sigamos con el orden del día. Punto final. El Ministerio del Interior ha tardado cinco meses (ciento cincuenta días, con sus noches) en cerrar una investigación para esclarecer quién o quiénes decidieron, qué orden se dio o por qué el 17 de noviembre del año pasado doscientos inmigrantes fueron desalojados del campamento de Aguineguín. Después de realizar las gestiones pertinentes, recabar los datos y realizar las ponderaciones necesarias -así se ha dicho, por escrito- el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha concluido que una concatenación no deseada de pequeños errores, en un momento especialmente difícil y complicado, explica suficientemente que aquel día más de doscientos de los dos mil inmigrantes hacinados en un muelle fueran trasladados y abandonados en Las Palmas de Gran Canaria. Pregunta respondida. No hay más. Buenas noches, y buena suerte. Acogiéndose a la fórmula de que nadie es responsable cuando muchos son bastantes responsables, el ministro pone de perfil al Ministerio y da por aclarado aquel episodio. Y no pasa nada, ni a nadie. La ausencia de responsabilidades alimenta irresponsabilidades, pero nada. Cosas de ministros, respuestas extraterrestres. Resulta tentador imaginar qué le pasaría a alguien que conduce a 140 kilómetros por hora, borracho, y pillado por una pareja de la Guardia Civil responde a los agentes que su cóctel de velocidad y alcohol es una concatenación no deseada de pequeños errores, en un momento especialmente difícil y complicado para él. Qué decir sobre qué podría caerle a un ciudadano de a pie que abone fuera de plazo o no pague una multa o contribución urbana, haga obras sin el permiso correspondiente, cometa un error en la declaración de la renta o falte con reiteración a su puesto de trabajo y, requerido por inspectores, jefes o recaudadores, se limite a responder que lo suyo ha sido una concatenación no deseada de pequeños errores, en un momento especialmente difícil y complicado para él, ella o los suyos. A los terrícolas se nos aplican varas de medir distintas, bien alejadas de las responsabilidades elásticas de los extraterrestres ministeriales. Y no pasa nada. Nunca pasa nada. Nadie asume responsabilidad alguna. Nadie dimite en un momento como éste, tan difícil y complicado.

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