El Gobierno de Canarias, tras analizar la evolución de los datos epidemiológicos del archipiélago, ha acordado mantener el nivel de alerta 2 en Tenerife y Lanzarote (donde epidemiológicamente se incluye La Graciosa), mientras que el resto de islas seguirán en el nivel 1.
Así lo ha informado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno el portavoz del Ejecutivo canario, Julio Pérez, quien indicó que a pesar de que ha habido algunos cambios en los indicadores, no son suficientes a juicio de los servicios de Salud Pública para que se produzca una variación en los distintos niveles esta semana.
El portavoz señaló que si bien en las otras islas la situación es “muy buena”, en Tenerife y Lanzarote los índices de contagios no descienden como para suavizar las restricciones que siguen en vigor. No obstante, aseguró que es posible que la semana que viene se modifiquen los niveles si los datos lo permiten.
Según el informe emitido por la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS), con fecha de 2 de junio, en el caso de Tenerife indica que la tasa de Incidencia Acumulada (IA) a 7 días ha ido descendiendo muy discretamente desde finales de abril; ese descenso se había estancado en valores de 51 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que esta última semana la evolución se sitúa en un promedio de 44,7 casos por cada 100.000 habitantes.
Los promedios de ocupación de camas convencionales y en UCI también han variado situándose ambos en nivel de riesgo bajo. Sin embargo, aunque en conjunto los indicadores apuntan a una evolución positiva, el valor de la IA a 7 días aún no se encuentra en un descenso estable hacia el riesgo bajo, por lo que se propone que la isla continúe en nivel de alerta 2.
El resto de islas también continúan en la misma tendencia de estabilización o bajada, si bien en el caso de Lanzarote, pese a que los indicadores muestran cifras inferiores a la última evaluación, la tasa de Incidencia Acumulada se mantiene en un promedio de 81,9 casos por cada 100.000 habitantes en la última semana (riesgo alto).
Debido a la alta trazabilidad de los casos y a que los valores de incidencia no han representado un alto impacto sobre el sistema hospitalario asistencial, ni sobre el grupo depersonas mayores, se propone que la isla permanezca en nivel de alerta 2 y en estrecha vigilancia de lo que suceda los próximos días.
Con respecto al conjunto de la Comunidad Autónoma, el informe recoge que globalmente los indicadores apuntan una evolución cada vez más positiva. Así, aunque la Incidencia Acumulada a 7 días para el conjunto de edades aún se encuentra en riesgo medio, el impacto sobre el grupo de 65 y más años se encuentra en nivel de riesgo bajo y el resto de indicadores complementarios para la evaluación del nivel de transmisión y los de utilización de servicios asistenciales se encuentran en riesgo bajo o mínimo.
CAMBIOS EN LAS NORMAS.
Julio Pérez señaló que tampoco hay variación en las normas que rigen la situación actual, aunque anunció que es “muy probable” que cambien la próxima semana, a raíz del acuerdo que se tomó en el día de ayer en el Consejo Interterritorial de Salud.
A este respecto, Pérez quiso dejar claro que las restricciones “no desaparecerán”, aunque algunas de ellas “se adaptarán a la nueva situación que empieza a ser cada vez mejor gracias a la vacunación, aunque aún queda camino por recorrer”, advirtió.
En este sentido, el portavoz destacó que más de 800.000 personas han recibido al menos una dosis de las vacunas que han sido autorizadas y 360.000 la vacunación completa, lo cual significa que se han administrado más de 1,1 millones de dosis.
Según Julio Pérez, estas cifras, junto a la evolución favorable de la enfermedad y al aprovechamiento de las dosis, permite mantener que en algún momento del verano el 70% de la población canaria estará vacunada.
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