
Las familias numerosas enfrentan una de las cuestas de septiembre más duras que se recuerdan: en la segunda vuelta al cole en medio de la pandemia, el precio de la luz alcanza este martes los 130,53 euros el megawatio/hora -el más alto de la historia después de batir récords en julio-, y la gasolina es un 21% más cara que hace un año. Estos dos últimos factores han elevado la tasa de inflación interanual a un 3,3 %, mientras que los salarios apenas han aumentado un 1,54% por convenio hasta el mes de julio. Así, la pérdida de poder adquisitivo en un año es del 1,76%, según señalan los sindicatos. Con todo, la vuelta al cole no puede detenerse ni postergarse.
Es el adverso panorama ante el que se encuentra Marta, de 34 años y madre de siete hijos, con el arranque del mes de septiembre. “Pasamos el verano en una casa familiar para no gastar en hoteles ni en alquileres”, asegura en conversación con EL ESPAÑOL, para explicar cómo piensa asumir los gastos que le vienen a esta familia de Torrejón de la Calzada, al sur de Madrid.
Otra de las medidas que ha tenido que tomar con su marido, de 36 años, es sacar a los niños del comedor escolar del centro concertado en el que estudian: “Nos ahorraremos 750 euros al mes”, dice. La llegada de su séptimo hijo le permite estar de baja por maternidad y encargarse de prepararle la comida al resto. Junto al reciclaje de uniformes usados el año pasado y otro material escolar, Marta ha conseguido que el gasto total de la familia por la vuelta al cole sea de 1.700 euros.
A esos 1.700 euros hay que sumarles ahora una factura de la luz que no para de subir y el consumo de gasolina de los desplazamientos al trabajo de su marido. “Este no ha sido un año fácil y en casa, aunque el mayor solo tiene nueve años, estamos muy concienciados para ahorrar. La ducha dura lo mínimo y las lavadoras se programan a las 3 de la madrugada”, explica Marta.
En lo que va de 2021, han tenido que llenar el depósito de gasoil del que depende su suministro dos veces. “Llenarlo cuesta 400 euros”, afirma Marta, que asume que el gasto fue extraordinario por el temporal Filomena. “Nosotros libremente hemos elegido donde vivir y, con ello, los gastos que supone siendo conscientes de cómo organizarnos en todo para llegar”, añade.
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