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Las ONG lanzan un SOS en Santa Cruz por la falta de alimentos

Las entidades enfrentan un mes de agosto con las necesidades de la población en aumento y con la reducción de los fondos europeos, que no han enviado aceite o sardinas
Recogida de alimentos García Escámez. Fran Pallero

Necesitan ayuda. Las distintas organizaciones de la capital que hacen entrega de alimentos a las personas más necesitadas no ocultan que están pasando por un mal momento, básicamente porque la comida no llega para atender las demandas de esas familias como venían haciendo hasta hace unos meses. El descenso en las ayudas que llegan de Europa está obligando a las ONG a buscarse la vida para obtener alimentos de donaciones privadas. DIARIO DE AVISOS ha hablado con tres de estas asociaciones que en este mes de agosto mantendrán sus puertas abiertas porque, como apunta una de ellas, “el hambre no se va de vacaciones”.

Desde el barrio de Los Gladiolos, el presidente de la ONG Kairós, Benjamín Barba, expresa su preocupación por el descenso en la llegada de alimentos en los fondos FEGA de la Unión Europea. “La cosa está mal en lo que a la entrega de alimentos se refiere. En la última entrega de la fase 1 del 2021, prácticamente nos han reducido unos 10.000 kilos con respecto a la primera fase del año 2020. Pero es que no solo nos van recortando los kilos que nos dan de los mismos productos, sino que nos han quitado otros tan básicos como el aceite, enlatados sardinas, o la carne magra. Estamos hablando de recortes muy considerables, y es bastante triste, porque no podemos atender a las familias como deseamos”.

Cuando se le pregunta cómo se las están arreglando para atender a los usuarios a los que se les hace una entrega de alimentos semanal, responde que “con la recogida de alimentos y las donaciones que nos llegan. También hay quien nos da dinero o nos pregunta directamente qué necesitamos y nos lo traen”. Ahora mismo, lo que más necesitan es aceite, “para que las familias por lo menos se lleven un litro de aceite para el mes, fíjate lo que te estoy diciendo, un litro para un mes”. “No sé realmente cómo va a terminar. Si sigue este ritmo de descenso en las entregas entiendo que estas ayudas de Europa acabarán desapareciendo”, añade. El presidente de Kairós recuerda que “nosotros ayudamos con lo que tenemos, pero lo que tenemos no da para una semana en estos momentos, así que la pregunta es cómo viven las familias con las tres semanas restantes”.

Kairós atiende a unas 1.700 personas al mes, un número, admite Barba, sensiblemente menor al que tenían el año pasado, que era de 2.200. Un descenso que tiene dos explicaciones básicas. La primera es que “los ERTE han impedido que el impacto de la crisis de las familias sea tan grande como nosotros creíamos, al menos en la capital, donde se depende menos del turismo, porque, por el contrario, en el sur de Tenerife, por lo que nos comentan las ONG que allí conocemos, se están viendo totalmente desbordadas”. El segundo elemento diferenciador está en las tarjetas de alimentos. “Es una particularidad de Santa Cruz que, al hacer entrega de estas tarjetas, a las que se les ha aumentado la cuantía, está haciendo que las derivaciones a las ONG sean menores, porque las familias pueden ir ellas mismas a comprar lo que necesitan”. “Esta es la fórmula de la que nosotros somos partidarios -continúa Barba-, porque lo ideal es que las familias puedan comprar ellas mismas sus alimentos”.
Barba hace un llamamiento para que las personas ayuden con lo que puedan. “Necesitamos alimentos para poder entregar algo más a las personas que estamos atendiendo, pero no solo pedimos ayuda para nosotros, sino para cualquier ONG que conozcan, incluso si saben de algún vecino que lo esté pasando mal, que le hagan llegar directamente la compra. Que ayuden allí donde tengan la oportunidad de hacerlo”, apostilla.

Valleseco

Sonrisas Canarias es otra de las ONG que se está empleando a fondo para suplir la caída de alimentos. Su presidente, Luis Febles, habla sin tapujos de lo mal que están las cosas. “Hace unos días pusimos en las redes que nosotros en agosto no cerramos, porque el hambre no se va de vacaciones, sigue existiendo; la cosa está mal, verdaderamente mal”. Febles se apoya en los números para explicar la situación que se está viviendo. “Aunque quiero ser optimista, la verdad es que la cosa está fea. Nosotros, en 2020, y en comparación con las personas que atendíamos en 2019, crecimos el 44%, lo que se traduce en 2.893 familias, unos 12.400 usuarios procedentes de 18 municipios. En lo que va de año, no ha parado de crecer, y ya han venido 130 familias nuevas”. Apunta el presidente de Sonrisas Canarias que “incluso hemos recuperado algunas familias que hacía ya seis o siete años que habíamos dejado de atenderlas porque había mejorado su situación”.

La deriva económica de muchas empresas también afecta de lleno a la ONG de Valleseco. “Julio, agosto y septiembre son meses malos para las empresas, en las que muchas cierran y eso nos deja con una mano delante y otra detrás”, explica Febles. Al igual que Kairós, se ha visto con la reducción de los fondos FEGA y la falta de productos básicos como el aceite. “Ayer mismo nosotros descargamos 2.500 litros de aceite de una empresa de aquí de Canarias, que nos servirá para cubrir las faltas de Europa, y nos dará para todo el verano”. Febles se acuerda de colegios como el César Manrique de Santa Cruz, como el Aguere de La Laguna, o el Nuryana, “gracias a las donaciones que nos hicieron en junio, podemos escapar los meses de julio y agosto”.
En su lucha por conseguir alimentos, la ONG se mueve por toda la Isla. “Un vez por semana nos vamos al sur a recoger fruta y verdura directamente de los agricultores. Son productos que antes se tiraban, todo lo que se descartaba para la comercialización porque no da el tamaño o el aspecto deseado, ahora vamos nosotros y lo recogemos. Llevamos unas 12 toneladas de fruta y verdura desde mayo”, detalla.

García Escámez

La tercera de las ONG es la de África Fuentes, en García Escámez. Allí tampoco cierran por vacaciones. Al igual que el resto ha notado el descenso en los fondos de la UE, pero no en las donaciones porque, como repite doña África, “yo voy a pedir donde haga falta”. Las entregas se siguen realizando cada viernes, tanto a las familias que han sido derivadas por el IMAS, como a las que no. “Yo no puedo negarle la comida a nadie”, repite doña África. En cuanto a los alimentos, “afortunadamente, nosotros tenemos que darles las gracias a las empresas que no han dejado de colaborar con nosotros, que nos hacen llegar yogures, leche, aceite, hasta frutas y verduras, que entregamos a los usuarios”. “Por el Banco de Alimentos si nos ha bajado la entrega, que antes nos daba 15 toneladas y ahora nos dan 5, pero afortunadamente las donaciones particulares han crecido”. Y es que, como el resto de ONG, la de García Escámez está pudiendo capear el temporal gracias a las donaciones privadas. Mientras habla, doña África se mueve por el local de la ONG mostrando las donaciones que llegan y llenan las neveras que se vacían tan rápido como se llenan. “La gente esta muy mal, por eso estamos muy agradecidos por las donaciones y toda la gente que nos ayuda”.

En Santa Cruz existen más de 40 entidades reparten alimentos entre las familias más desfavorecidas. Ante el descenso en la entrega de los fondos procedentes de Europa, todas necesitan del apoyo de las donaciones particulares por lo que las tres asociaciones que aparecen en este reportaje hacen un llamamiento para que, quienes puedan hacerlo, colaboren con ellas haciendo donaciones.

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