Varias playas del norte, sur y capital de Tenerife fueron noticia ayer, el último día del mes de agosto, por manchas de contaminación en las aguas. En los casos de Güímar y Candelaria, las playas permanecen cerradas por vertidos de hidrocarburos. En Garachico, también, a causa de la posible presencia de microalgas. Y en Santa Cruz, fueron reabiertas, el mismo día de su clausura, las playas de Almáciga y el Roque de las Bodegas.
En el Consistorio santacrucero fueron movilizadas las áreas de seguridad para evitar daños a los bañistas, que son muchos en esta época del año.
El Centro de Coordinación Operativa Municipal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife (Cecopal), a primera hora de la tarde de ayer, procedía a abrir al público las playas de Almáciga y del Roque de Las Bodegas, en Anaga. Playas que estaban afectadas por la presencia de restos de hidrocarburos en el agua y en la arena. Sustancias químicas, derivadas de algún vertido de crudo, que pueden provocar cambios en las características del agua, y que pueden ser peligrosas para la salud de los bañistas.
El lunes, el Ayuntamiento de la capital decretó el cierre de la playa de Almáciga, y ayer por la mañana, el Consistorio procedió al cierre de la playa del Roque de Las Bodegas, por el mismo motivo: la presencia de restos de hidrocarburos en la arena y en el agua.
Sin embargo, tras los análisis realizados durante la mañana y tras comprobar que habían desaparecido estos restos de compuestos orgánicos, se daba la orden de retirar los precintos que colocaron los agentes de la Unidad del Medio Natural en estas costas para impedir la entrada de locales y visitantes. Por tanto, se abrían de nuevo estas playas a las que DIARIO DE AVISOS acudió por la tarde y donde pudo comprobar que efectivamente los precintos ya no estaban y los bañistas pudieron disfrutar del mar y del sol.
Por el momento, se desconoce el origen y la causa de este vertido que ha afectado a estas playas de la capital. Manchas que fueron descubiertas por varios usuarios de la playa de Almáciga y por el personal de Cruz Roja. Fueron ellos quienes el lunes avisaron a las autoridades para que procedieran al cierre, al tratamiento y al control de estas zonas de baño.
Playas limpias
Fuentes de la Policía Local de Santa Cruz señalaron a este periódico que los técnicos estaban también recogiendo pruebas y analizando el estado del agua y de la arena en la playa de Benijo, en Anaga, para conocer si esta zona de baño estaba afectada por los restos de hidrocarburos. Sin embargo, hasta el cierre de este periódico, no se informó de ninguna incidencia en ella.
Estas mismas fuentes del área de seguridad del Ayuntamiento de Santa Cruz confirmaron que la capitalina playa de las Teresitas y la de Las Gaviotas se encontraban libre de peligro, porque estaban limpias y en buenas condiciones para el baño. Por tanto, siguen abiertas al público. Zonas de baño en las que, por cierto, el personal de Cruz Roja se encarga de revisar periódicamente el estado del agua y de la arena para comprobar si existe algún cambio o anomalía que hiciera mover al Ayuntamiento a decretar su cierre por motivos de seguridad.
Un problema que se repite en Santa Cruz
No es la primera vez que esto ocurre en las playas de la capital. La última vez fue el pasado 19 de agosto, día en el que muchos bañistas y usuarios de la Playa de Valleseco denunciaban, a través de las redes sociales, con fotografías y testimonios, la presencia de una enorme mancha de contaminación con colores negros, amarillos y marrones en el agua de dicha zona de baño. Una imagen que fue muy compartida y sobre la que decían que no les sorprendía. Los vecinos de la zona aseguraban que hechos así suelen verse con frecuencia.
Se trata de una zona, la de Valleseco, en la que ya en el año 2019 se retiraron 1.400 kilos de basura del fondo marino. Entre la misma encontraron botellas, ruedas de camión e incluso calzoncillos. Un zafarrancho en el que colaboraron muchas personas, incluso alumnos del Grado en Trabajo Social de la Universidad de La Laguna (ULL).
Otras playas en mal estado en Tenerife
El litoral de Santa Cruz no es la única zona de la Isla que ayer se vio afectada por la presencia de restos de hidrocarburos en la arena y en el agua.
El Ayuntamiento de Güímar informaba a primera hora de la tarde de ayer que procedía al cierre parcial de la playa de El Cabezo, en el Puertito de Güímar, por un vertido de estas sustancias. En principio, el cierre afecta únicamente a la zona de El Cabezo A, conocida como la L, porque las autoridades no descartan ampliar la zona, según se vaya viendo la evolución del vertido.
Desde el Consistorio informaron de que se procedía a activar el protocolo de seguridad a través del Centro Coordinador de Emergencias (1-1-2) y que intervenía Salvamento Marítimo, que había movilizado a la Salvamar Tenerife para actuar en la zona.
A las seis de la tarde también se decretó el cierre de las playas de Las Caletillas y Puntalarga, en Candelaria, por la presencia de aceite de hidrocarburos en el agua. Los socorristas evacuaban a los bañistas del agua y pusieron la bandera roja para señalizar el cierre. Por su parte, la Concejalía de Sanidad recogió muestras que envió a Salud Pública para conocer el estado de las zonas afectadas y del resto de playas del municipio. Desde el Ayuntamiento señalaron a DIARIO DE AVISOS que desconocen si por la noche las mareas pueden llevar esas sustancias contaminantes a otras zonas del municipio, pero que a primera hora de la mañana de hoy se llevarán a cabo más analíticas. Nos aseguran que el origen de este vertido es desconocido.
Además, ha de mencionarse que en el Norte, en el municipio de Garachico, sigue cerrada la playa de El Muelle, desde el sábado, por la presencia de manchas de color verde en el agua. El Ayuntamiento está a la espera de conocer los resultados de los análisis, pero estas manchas podrían estar relacionadas con restos de algas que proceden de aguas más alejadas y que las corrientes han llevado hasta la zona.
El alcalde del municipio señalaba hace unos días que creía que se trataba de algas porque en los últimos años habían aparecido manchas parecidas a esta a finales de agosto y aclaraba que en la zona no había habido vertidos de ningún tipo en los últimos seis años. Asimismo, explicaba que los vertidos al mar se registran a unos 2,5 kilómetros de la playa de El Muelle. Algo que hacía descartar la idea de que se tratara de un vertido de hidrocarburos.
Son casos que se dan con frecuencia. Quizás más de lo que debería. Por ejemplo, el pasado 30 de julio, Playa Chica, en Santiago del Teide, fue cerrada al baño después de que se detectara la presencia de una mancha cuyo origen nunca se supo. El Gobierno municipal explicó en su momento que valoraba la posibilidad de que se tratara de microalgas, las cianobacterias que aparecieron en el litoral de Canarias en el verano del año 2017. Y hace exactamente tres semanas, el Ayuntamiento de Granadilla de Abona prohibía el baño, de manera provisional, en la playa de El Médano por detectarse un índice de contaminación superior al permitido de la bacteria fecal E.coli. Una detección que se producía tras llevar a cabo los análisis rutinarios por parte del Servicio de Inspección Sanitaria Canario.