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Otra denuncia por abusos pone a Vargas en el punto de mira

El padre de Yéremi es acusado por otra menor de forzarla en Fuerteventura, hechos que también ha negado; en su momento fue descartado como sospechoso en el caso de su hijo
Vargas abraza a otra persona junto a Ithaisa en un acto por Yeremi en imagen de archivo./ DA

El padre de Yéremi Vargas, J.F. Vargas, que fue detenido el pasado lunes por presuntamente agredir sexualmente a su hija de 13 años y que quedó en libertad con orden de alejamiento, ha vuelto a ser arrestado por el supuesto abuso sexual a otra menor de la misma edad, hija de otra expareja.

Así lo indicaron ayer a Europa Press fuentes cercanas a la investigación, que añadieron que la denuncia se presentó en Puerto del Rosario (Fuerteventura) por unos hechos que habrían tenido lugar hace alrededor de un año.

La joven se habría decidido a denunciar el supuesto abuso sexual tras tener conocimiento de la noticia sobre la detención de Vargas tras ser acusado por su hija de una agresión sexual, por lo que los agentes tomaron declaración a dicha menor de edad para conocer su testimonio.

Por su parte, este hombre se encuentra en libertad provisional mientras es investigado por un presunto delito de agresión sexual a su hija de 13 años, de la que tendrá que mantenerse alejado por orden judicial.

J.F. Vargas es el padre de Yéremi Vargas, del que el pasado 10 de marzo se cumplieron 14 años de su desaparición cuando tenía siete años y al que se le perdió la pista mientras jugaba en un descampado cerca de la vivienda familiar en Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria).

Esta desaparición es un hito en la criminalística española, a tal punto que la Guardia Civil catalogó el caso como prioritario desde hace dos lustros, pero, a pesar de destinar al mismo sus mejores medios humanos y materiales, la falta de respuestas no ha hecho más que alimentar la importancia del asunto.

A este respecto, cabe recordar que Vargas ya fue objeto de pesquisas preliminares acerca de la desaparición de su hijo Yéremi (la ahora denunciante también es su hija, pero con una pareja posterior), pero finalmente fue descartado y, con el paso del tiempo, todas las sospechas recayeron sobre Antonio Ojeda, alias El rubio, alimentadas por las manifestaciones de un compañero de celda cuando este cumplía una pena de cárcel por abusar sexualmente de otro niño.

Sin embargo, para gran consternación de la Guardia Civil y de la propia madre, Ithaisa, la autoridad judicial competente archivó la investigación sobre Ojeda al no valorar los indicios en su contra como suficientes para impulsar un procedimiento judicial contra él.

Ayer mismo, El Español desvelaba un confuso incidente en el que los vecinos de Vargas y su nueva pareja escucharon gritos de auxilio de la hija de Vargas de 13 años, quien aseguraba que su padre la había forzado, pero este se defendió ayer de estas nuevas acusaciones negando que abusara de la niña y explicando que se desmayó de la impresión al escucharla, y que otro varón, amigo de la madre y al que se vio en camiseta y pantalón corto en la casa, pernoctó esa noche en la misma.

De momento, tanto los investigadores de la Guardia Civil como la propia Ithaisa niegan que estas novedades tengan relación con la ausencia de Yéremi, pero ello no ha impedido que todos los ojos miren ahora hacia Vargas, sobre el que, inevitablemente recaen de nuevo las sospechas.

Es tiempo para el trabajo de los investigadores.

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