Más de la mitad del profesorado en Estados Unidos está pensando en dejar la profesión, confirmando la tendencia de los últimos años, con la diferencia de que las cifras ahora representan lo que podría suponer una desbandada. El 55% de ellos dice que dejarán la enseñanza antes de lo que habían planeado originalmente, según una encuesta de sus miembros realizada por el sindicato de maestros más grande del país. La encuesta de la Asociación Nacional de Educación llevada a cabo el mes pasado cuantifica el estrés sobre los educadores en este momento, y halló que el número de maestros que piensan abandonar la profesión ha aumentado significativamente desde agosto. Entre los otros hallazgos de la encuesta NEA destaca que el 90% de los miembros dice que sentirse agotado es un problema grave. El 86% declare que ha visto a más educadores abandonar la profesión o jubilarse anticipadamente desde el comienzo de la pandemia, mientras que el 80% confirmó que las vacantes han generado más obligaciones laborales para los que se quedaron.
Por supuesto, decir que están pensando en irse o informar la percepción de que otros se están yendo, no es lo mismo que dimitir. Aún así, la Oficina de Estadísticas Laborales dice que hay 567.000 educadores menos en los colegios públicos de Estados Unidos hoy que antes de la pandemia. Y los datos indican que el 43% de los puestos ofertados no se cubren. Si bien educar a las generaciones más jóvenes es una gran responsabilidad, conlleva un rendimiento monetario inesperadamente bajo.
A pesar de que se requiere una educación, capacitación y certificación significativas para convertirse en docente, la profesión paga significativamente menos que otras carreras que requieren el mismo nivel de formación. Algunos maestros incluso tienen que recurrir a métodos alternativos para ganar dinero adicional para llegar a fin de mes.
Don Phillip Hargis, ha sido profesor de español en colegios tanto público como concertados en Estados Unidos durante 12 años. Actualmente, está dando clases en Amman, Jordania, en un colegio privado.
-¿Cuál es la situación del profesorado en EE.UU.?
“Mis compañeros están frustrados como todo el mundo por varios motivos. La COVID cambió todo porque de un día para otro tuvimos que empezar a dar clases online, yo mismo tuve que dar talleres acelerados de cómo utilizar de herramientas como Google Meets para poder dar clase de forma virtual. La situación aún más complicada para mis compañeros que tuvieron que enseñar a niños pequeños de primaria a conectarse para la clase… Y eso solo con respecto a la COVID. Yo he tenido mucha suerte, porque pude cambiarme de un colegio charter (subvencionado) a uno público donde pagaban un poquito más. En el colegio charter los sueldos eran muy bajos y los beneficios muy malos. Al cambiarme a un colegio público pude formar parte de un sindicato y ahí mejoraron un poco las condiciones. Aún así, teníamos un contrato de tres años, que el sindicato negociaba con el distrito escolar, pero no había garantías de subidas de sueldo ni nada. Dependiendo del distrito escolar, los profesores tienen más o menos dificultades. Yo di clases en Columbine, mucha gente recuerda ese Instituto por la masacre de que todo el mundo conoce en 1999. Allí no faltan los recursos, pero sé que en otros colegios los profesores tienen que poner los materiales, ya que en algunos casos tienen que usar libros de texto de hace 20 años u ordenadores viejos”.
-Existe una gran brecha entre los distritos escolares en Estados Unidos…
“Ese es uno de los grandes problemas. Hay colegios públicos que tienen mucho dinero porque están en zonas buenas, donde la gente paga más impuestos y colegios que no tienen nada por estar ubicados en zonas pobres. Es una de las consecuencias de tener un sistema educativo tan descentralizado. Por lo mismo, muchos profesores no están bien pagados. Yo, por ejemplo, conozco dos compañeras de profesión que lo dejaron porque no sabían lo que iban a ganar el próximo año, no se veían en el trabajo en 10 años, no sabían si tendrían una pensión o qué futuro iban a tener. Algunos profesores han tenido que buscar más de un empleo, yo tenía la suerte de que mi mujer trabajaba, pero en verano yo tenía que buscar otro empleo para ganar dinero”.
-Además de la incertidumbre laboral, una profesión peligrosa…Tan solo en 2021 hubo 34 tiroteos en colegios estadounidenses…
“¡Madre mía, que si es peligroso! Nunca se sabe, tenemos que hacer simulacros con frecuencia, y el tema de las armas en EE.UU. es muy complicado. Los colegios tienen que disponer de equipos de seguridad hoy en día. En Columbine, por ejemplo, muchas personas desequilibradas venían y querían irrumpir en el colegio como turismo tras la masacre… Me acuerdo de una chica de Florida que vino a Colorado a amenazarnos, compró un rifle en una tienda de armas a solo cinco minutos del Instituto Columbine HS. Sol Pais (así se llamaba la joven), estaba obsesionada con la masacre. Por suerte, lo puso en las redes sociales y teníamos constancia de sus intenciones, aunque luego decidió subir a las montañas y quitarse la vida”.
-¿Existen razones reales para preocuparse por un posible éxodo del profesorado?
“Hay falta de profesores en muchos sitios, es real. Eso es lo que está pasando. Pocos universitarios se están matriculando para hacer Magisterio. Los profesores están dejando los trabajos porque les ofrecen empleos en los que les pagan más, tienen menos estrés y un mejor horario, y los buscan porque saben hablar en publico, organizar proyectos…, además, muchos ofrecen teletrabajo lo que es una gran ventaja. Yo creo que los padres se han dado cuenta durante la COVID de lo difícil que es profesor”.
-En comparación con otras profesiones, ¿están los maestros bien remunerados en EE.UU.?
“Depende del Estado y de los distritos, pero yo creo que no, porque recién graduados en otras carreras pueden empezar ganando 80 mil dólares anuales en Estados Unidos y para un profesor llegar a ese nivel requiere muchos años o nunca llegan; o tienen que hacerse directores de colegio y no todo el mundo quiere estar en equipos administrativos, pero la percepción es que los profesores tienen mucho tiempo libre, muchas vacaciones… pero no saben la cantidad de horas que hay que poner después de clases, y eso no se paga bien. Un entrenador deportivo no está bien pagado, pero lo hacemos porque nos encanta”.
.¿Por qué debería preocuparnos un éxodo del profesorado en EE.UU.?
“¿Qué va a pasar con nuestra sociedad? Una de las cosas más básicas de un país civilizado es educar a los niños. Si no hay profesores para hacerlo, ¿Qué va a pasar con esta comunidad? En mi opinión, la gente no quiere pagar impuestos necesarios para que todo el mundo tenga una enseñanza de buena calidad y buenos profesores. Es un servicio, si quieres buenos policías, buenas carreteras, eso se paga….si quieres buenos colegios, eso se paga, y la gente en EE.UU., no esta dispuesta”.
-¿Cree que este problema se puede dar en un país como España?
“Es una cuestión de oferta y demanda, en España la gente se queda donde está. Nos sobran los trabajos en EE.UU., hace falta más inmigrantes, pero eso es otro tema. Esta cuestión no solo afecta a los profesores, las enfermeras, la policía…están muy quemados” (haciendo referencia a lo que se ha conocido como la Gran Renuncia).
Una amplia brecha salarial
En Luxemburgo, el país número 1 en salarios de maestros, los educadores de primaria ganan un promedio de 124.000 dólares brutos al año y los maestros de secundaria ganan 138.000 dólares anuales. Otros países que superan a los EE. UU. en el pago de maestros son Suiza, Corea del Sur, los Países Bajos, Alemania, Austria y, para los maestros de escuela primaria, Irlanda.
EN DATOS…
El salario promedio de un maestro en los EE. UU. varía de entre de 60.477 y 30.000 dólares dependiendo del Estado.
Según un informe reciente del Instituto de Política Económica, a los maestros se les paga un 21,4% menos que a los profesionales con una educación y experiencia similares.
EE.UU. ocupa el séptimo lugar en el mundo en pago de maestros, pero paga menos de la mitad de lo que el país número 1 paga a sus maestros.
En el estado que paga más a los maestros, Nueva York, estos deben obtener una maestría en un plazo de cinco años.
Más del 20% de los docentes tiene un segundo trabajo.
El 94% de los maestros pagan un promedio de 480 dólares anuales de su bolsillo por gastos relacionados con la escuela.
Los profesores a menudo trabajan más horas de las que proporciona la jornada escolar.
Los salarios de los docentes han disminuido un 4,5% en los últimos 10 años.