guerra en ucrania

Las tropas rusas entran en Kiev controlando varios distritos de la ciudad

El Ministerio de Defensa pide a los ciudadanos que preparen cócteles molotov para repeler la ofensiva
Las tropas rusas entran en Kiev. | EL ESPAÑOL

Las Fuerzas Armadas de Rusia han intensificado en las últimas horas su ofensiva sobre Kiev, con movilizaciones por tierra y aire que hacen temer una próxima entrada en la capital ucraniana, donde un edificio de nueve plantas ha sufrido graves daños por el supuesto derribo de una aeronave.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha denunciado que los bombardeos rusos están afectando a zonas civiles y ha confirmado “terribles” explosiones en Kiev, equiparables a las registradas en la Segunda Guerra Mundial. “La última vez que nuestra capital experimentó algo así fue en 1941, cuando fue atacada por la Alemania nazi”, ha dicho el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha confirmado en su perfil oficial de Facebook que “los tanques rusos se están moviendo hacia Kiev”, por lo que se habría producido una batalla cerca de la ciudad de Ivankov, a escasos 33 kilómetros del centro histórico de la capital.

El Ejército ha asegurado que la destrucción de un puente ha permitido detener su avance, según la agencia UNIAN, aunque en las últimas horas el ataque no sólo habría llegado por tierra. Un asesor del Ministro del Interior, Anton Gerashchenko, ha denunciado el lanzamiento de misiles de crucero y balísticos.

El Ministerio de Rusia ha asegurado que las tropas rusas están ya en la zona de Obolon y ha instado a los vecinos a preparar artefactos incendiarios caseros con los que poder repeler la ofensiva. Ya el jueves, Zelenski prometió que habría armas para todos los ciudadanos que las pidiesen.

Las autoridades ucranianas han informado, además, del supuesto derribo de una aeronave rusa en la zona de Pozniake. El aparato caído habría impactado en un edificio de nueve plantas que ha sufrido graves daños, si bien el balance oficial sólo da cuenta de varios heridos.

“Según datos preliminares, tres personas resultaron heridas, una de ellas en estado crítico, como resultado de la fragmentación de un cohete en un edificio residencial en la calle Kosice”, ha dicho el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko. Los servicios de emergencia elevan a ocho los heridos, informa la agencia de noticias Ukrinform.

Las fuerzas ucranianas, sin embargo, han logrado recuperar el aeródromo de Hostomel, ubicado cerca de Kiev y clave para el desarrollo de su capacidad militar. Las tropas rusas habían logrado capturarlo el jueves, poco después de que la guardia fronteriza de Ucrania confirmase la entrada de militares desde Bielorrusia.

ZELENSKI SIGUE EN KIEV

El Ministerio de Defensa se Rusia prometió el jueves que la ofensiva ordenada por el presidente, Vladimir Putin, no incluiría objetivos civiles, pero las primeras 24 horas de combates han evidenciado que, en el escenario actual, también puede haber al menos daños colaterales.

Putin citó entre sus objetivos “desnazificar” Ucrania, con claros mensajes contra un Gobierno, el de Zelenski, que durante estos últimos años ha tratado de acercarse a Occidente. El presidente y su familia seguirían aún en la capital, desde la que Zelenski ofrece discursos de forma regular para dar cuenta de la evolución de la guerra.

Los aliados occidentales de Kiev dan por hecho que entre los objetivos de Moscú está el derrocamiento del Gobierno ucraniano, algo sobre lo que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se ha mostrado “convencido”.

No en vano, Rusia vio alejarse a Ucrania de su órbita en 2014, cuando una ola de protestas sin precedentes –y con epicentro en Kiev– expulsó del poder al entonces presidente, Viktor Yanukovich. Ese mismo año, Moscú se posicionó del lado de los rebeldes que reclamaban por las armas la independencia de Donetsk y Lugansk.

Zelenski ha asegurado públicamente que no tiene ninguna intención de salir de Kiev, a pesar de que se reconoce como uno de los principales objetivos de la ofensiva, y ha instado a Rusia a hablar para terminar la guerra. Una guerra que Ucrania siente que está luchando “sola”.

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