Un vecino de Santa Cruz de Tenerife ha sido absuelto en un juicio por presunto delito contra la seguridad vial pese a dar positivo en un control de alcoholemia en hechos acaecidos el año pasado en La Laguna. La clave sobre la que se sustenta dicha sentencia radica en que tal prueba resultó ser nula, dado que no consta que fuera informado de su derecho a solicitar un análisis de sangre que verifique o no si realmente estaba ebrio.
Fue a primera hora de la madrugada del 17 de julio del año pasado cuando dicho vecino estacionó su vehículo en una acera frente a una tienda 24 horas de la avenida San Miguel de Chimisay (El Cardonal) y, cuando se iba del lugar, fue interceptado por la Policía Local lagunera. El control de alcoholemia dio positivo por 0,97 y 0,95, y la Fiscalía pedía 3.600 euros de multa y tres años sin permiso de conducir.
Pero la representación legal del vecino en cuestión, llevada a cabo por el letrado Alejandro Quintana (ADL Abogados), demostró que, al no constar ni su firma ni que se había negado a rubricar los resultados del control, dicha prueba es nula, por cuanto no hay refrendo de que, como sostiene el propio afectado, nadie le informó de que tenía derecho al análisis de sangre referido.
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