guerra en ucrania

“Nos quedan horas”, suplican los ucranianos en los túneles de Mariúpol

Putin presume de mil ataques aéreos y un nuevo misil intercontinental “único en el mundo” y se dispone a masacrar a la ciudad portuaria. Son ya más de cinco millones de refugiados
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Mariupol
Aspecto que presentaba ayer un edificio residencial en Ucrania destruido por los proyectiles de alto calibre lanzados por las tropas rusas en su intensa ofensiva. EFE

Diario de Avisos / EP / Agencias. | El Gobierno de Rusia aseguró ayer que ha matado a cerca de 40 soldados y ha atacado más de mil objetivos de la infraestructura militar ucraniana durante una serie de operaciones llevadas a cabo en la noche del pasado martes a ayer y en el marco de la invasión desatada el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladímir Putin.

El Ministerio de Defensa ruso señaló vía Telegram que “como resultado de un bombardeo con misiles de alta precisión en Novovorontskovka y Kislevka, hasta 40 tropas ucranianas fueron destruidas, además de siete piezas de equipamiento militar”. Asimismo, indicó que durante la noche fueron alcanzadas 73 instalaciones militares, incluidos cuatro puestos de mando, con un total de 1.053 objetivos militares alcanzados en este periodo. Como resultado, habrían sido destruidos cuatro almacenes de municiones, seis carros de combate, nueve vehículos blindados y una batería antiaérea.

“Los sistemas de defensa antiaérea rusos derribaron seis vehículos no tripulados ucranianos en los asentamientos de Podvisokoye, Chistovodovka, Yakovenkovo y Pokrovskoe”, manifestó Moscú, antes de apuntar que también fueron derribados dos misiles tácticos Tochka-U en Donetsk y Skolevatoe. Por último, se incidió en que “desde el inicio de la operación militar especial, han sido destruidos 140 aviones, 496 drones, 253 sistemas de misiles antiaéreos, 2.388 carros de combate y otros vehículos blindados, 256 lanzacohetes, 1.029 morteros y piezas de artillería, así como 2.232 unidades de vehículos militares especiales”.

Mientras Putin presume de sus logros bélicos, el Gobierno de Ucrania ha reivindicado como “necesaria” la “pausa humanitaria” de cuatro días propuesta por el secretario general de la ONU, António Guterres, para que cesen los enfrentamientos coincidiendo con la Pascua Ortodoxa, y ha instado a las fuerzas rusas a aceptar también un alto el fuego, un llamamiento que también ha refrendado como más que necesaria la Unión Europea. Kiev considera que esta tregua es imprescindible para que los civiles puedan abandonar algunas de las zonas asediadas por las tropas de Moscú, entre ellas Mariúpol, según un comunicado publicado ayer por Exteriores.

El Ministerio que dirige Dimitro Kuleba espera que también Rusia permita la protección de los civiles y el reparto de la ayuda humanitaria, un aspecto este último en el que ha agradecido la disposición de la ONU, expresada el pasado martes de viva voz por Guterres. Asimismo, Kiev ha exhortado a Moscú a poner fin “inmediatamente” a los bloqueos de ciudades como Mariúpol, que complican la situación humanitaria y dificultan los trabajos de evacuación.

El máximo responsable de la ONU ha renovado su llamamiento para que cesen los combates en Ucrania aprovechando la Pascua ortodoxa y ha propuesto una tregua de cuatro días -desde hoy hasta el domingo-, ante el temor de que el conflicto sea aún “más violento, sangriento y destructivo” en los próximos días.

“Nos quedan horas”, suplican desde los túneles de Azovstal, en Mariúpol

El comandante Sergei Volyna, de la 36 Brigada de la Infantería de Marina del Ejército de Ucrania, ha hecho un último llamamiento a los líderes mundiales para que saquen de la ciudad de Mariúpol a los más de 500 heridos y cientos de civiles ante el asedio de Rusia, que controla toda la ciudad.

“Este es nuestro llamamiento al mundo, puede ser nuestro último llamamiento. Puede que solo nos queden unos días u horas. La agrupación enemiga es decenas de veces más grande que nosotros, tienen dominio en el aire, en la artillería, en los grupos que operan en tierra, equipos y tanques”, ha advertido Sergei Volyna en un vídeo desde la acería de Azovstal, en Mariúpol, último reducto de la resistencia ucraniana en la estratégica ciudad portuaria.

En este sentido, Volyna ha reclamado a los líderes mundiales que se aplique “el procedimiento de extradición” y se traslade a los militares y civiles ucranianos al territorio de un tercer estado.

Asimismo, este oficial fiel al Gobierno de Zelenski apuntó que junto con los militares hay más de 500 soldados heridos y cientos de civiles, incluyendo mujeres y niños. “Pedimos seguridad en el territorio de un tercer país”, ha sentenciado el comandante.

Por su parte, el vicealcalde de Mariúpol, Sergei Orlov, alertó ayer de que hay “muchos” civiles refugiados en la acería de Azovstal y negó que sea posible que abandonen el edificio, a pesar de las reclamaciones de Rusia para que evacuen a través de corredores humanitarios. “Principalmente son ciudadanos de edificios cercanos destruidos y muchos trabajadores de plantas metalúrgicas”, apuntó.

En este sentido, Orlov manifestó que “saben que las acerías tienen buenos refugios antibomba y algunos acumularon agua y comida en ese lugar. Por eso decidieron vivir allí con sus familias”, señaló, antes de denunciar la situación en la que se encuentran ante la ofensiva de las fuerzas rusas. “Carecen absolutamente de todo. Carecen de agua, comida, medicinas y ayuda. Rusia bloquea absolutamente todo, cualquier ayuda humanitaria o evacuación”.

Mientras tanto, el jefe del Centro de Control de la Defensa Nacional de Rusia, el coronel general Mijail Mizintsev, volvió a ofrecer a las fuerzas ucranianas deponer las armas y retirarse de Azovstal para evacuar civiles de la zona, al tiempo que aseguró que la medida estaba guiada “por principios puramente humanos”.

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