Un equipo que aspira a pelear por ascender directamente no se puede permitir el lujo de perder seis partidos ante sus aficionados. Otrora el Heliodoro era el fortín blanquiazul, pero esta temporada las tornas han cambiado y los de Luis Miguel Ramis son más fuertes lejos de la Isla. Pero todo lo ganan a domicilio, lo pierden en casa. Ayer el equipo hizo un mal partido y se mereció la derrota ante un Málaga que marcó en los inicios de ambas partes (minutos 8 y 48). El billete matemático para jugar el playoff de ascenso se le resiste al cuadro tinerfeño, al que le quedan dos partidos para lograr el objetivo ansiado.
Empezaron mal las cosas para el CD Tenerife, que en el minuto siete ya se vio por debajo en el marcador. Una jugada mal defendida desde el principio originó un cabezazo de Vadillo para lograr el 0-1.
La faltó tensión defensiva a los locales en el inicio de la acción ofensiva boquerona, que acabó con un centro medido desde la banda en el que dudaron Carlos Ruiz y Dani Hernández. Aprovechó Vadillo, muy poco encimado, para saltar y cabecear al fondo de la portería tinerfeñista.
Eso sucedió en el minuto 7. Cuatro después Brandon cabeceó al larguero blanquiazul, pero su acción estaba invalidada por fuera de juego previo.
Al Tenerife le estaba costando leer el partido, especialmente cuando no tenía el balón, mientras que en ataque no era capaz de generar transiciones rápidas que rompieran las líneas bien plantadas del Málaga. Sin un juego en el medio del campo efectivo, la escuadra chicharrera abusaba de un recurso que otras veces ha funcionado: balones largos para que Enric prolongase.
Ellos supieron bajar revoluciones en el partido y el Tenerife nunca se encontró cómodo. Solo tuvo una clara en la primera mitad y pasó justo antes del descanso. Enric Gallego la tuvo solo ante el portero del cuadro malagueño, pero Dani Martín evitó el empate tras un disparo potente y a bocajarro del delantero local.
Así culminó una mala primera parte de un Tenerife que está obligado a ganar debido a los resultados cosechados por los rivales.
La situación se empeoró mucho nada más arrancar la segunda parte. El Málaga marcó el 0-2 en una transición rápida ante un Tenerife caótico en defensa. Una pérdida de Mellot en el centro del campo, acabó con un remate salvado por Dani Hernández en primera instancia, pero Febas acaba rematando el rechace para marcar el 0-3.
Y pudo llegar el 0-3. En el minuto 56 la tiró al palo Ismael. Gran jugada ofensiva del equipo visitante que acaba con el disparo del lateral golpeando en el poste. El Tenerife estaba noqueado y daba la sensación de haber bajado los brazos.
Ramis reaccionó desde la banda con un triple cambio. Salieron del campo en el minuto 57, Aitor Sanz, Mellot y Elady Zorrilla. Entraron Míchel Herrero, Moore y Nahuel Leiva.
Dio signos de vida el Tenerife casi de inmediato. En el 63 un centro chut de Moore acabó en el palo de la portería de Dani Martín. Rápidamente el lateral norteamericano y Nahuel Leiva se pusieron las pilas para liderar al equipo.
El Tenerife jugaba contra el reloj y el Málaga lo utilizó para parar el partido, que no se jugara más, retrasando cada saque de falta, de portería, exagerando cada caída, con la connivencia de Prieto Iglesias, que iba desquiciando a los jugadores y a la afición local.
Otra llegada de Moore (82’) la cabeceó con un escorzo Gallego, pero sin apretar a Dani Martín. Mollejo tuvo la mejor, a los 88 minutos, pero solo ante el cancerbero visitante, se le hizo de noche, haciendo en balde poder soñar con al menos salvar un punto en tiempo de prolongación. Así, el Tenerife aparca el playoff.