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El FTSE londinense se resiste a la corrección

Por Puneet Vaswani / “Sell in May and go away”, es un conocido dicho en los mercados que hace referencia al mes en el que tradicionalmente se han obtenido rentabilidades peores que en los meses anteriores. Sin embargo, este curso no sigue el patrón de años anteriores, en el que los inversores vendían con la finalidad de afrontar un verano más tranquilo, ya que, de manera generalizada, los mercados han arrancado el año en terreno negativo, debido a los múltiples acontecimientos que ya todos conocemos – ajuste de valoraciones por las subidas de tipos de los Bancos Centrales como respuesta a la inflación, la invasión de Ucrania por parte de Rusia y los problemas en la cadena de suministros (agravado por el confinamiento en grandes ciudades chinas). Pues bien, en lo que va de curso, una de las bolsas que no ha sufrido tanto como sus homólogos, está siendo la londinense, cuyo principal índice es el FTSE 100.

Este año, sólo encontramos dos índices en positivo: el índice Bovespa brasileño (avanza en torno a un +2% en lo que va de año), que se ha beneficiado del alza de las materias primas, así como de la salida de Rusia de los índices emergentes; y el índice británico FTSE 100 (que se encuentra en terreno positivo) y que goza de la rotación hacia el value y de la fisionomía de su composición. Justamente, está compuesto por industrias “antiguas”, que recogen a compañías mineras, de petróleo y gas, utilities y compañías financieras, teniendo relativamente poca exposición a industrias nuevas como la tecnología, además de beneficiarse de alguna compañía de defensa. Algunos ejemplos de compañías que se han revalorizado en lo que va de año son: BAE Systems (+38,80%), Glencore (+35,51%) o los conglomerados de energía y petróleo BP y Shell (+27,54% y +46,10%, respectivamente).

En este sentido, otra de las causas por las que el índice anglosajón ha mantenido unos niveles (tras varios años de rentabilidades por debajo de la rentabilidad del resto de bolsas) ha sido su valoración. Desde 2016, año en el que se dio el referéndum del Brexit, las acciones del Reino Unido han quedado rezagadas un 50% respecto a las estadounidenses y un 24% respecto a las europeas. Así, UK ha estado cotizando con descuento récord respecto al resto de regiones, tanto en términos de su PER histórico como en el Precio/Valor Contable de las compañías que conforman el índice. Además, si excluimos a las compañías que históricamente se han conocido como value, el resto de las compañías inglesas que componen el FTSE100 aún cotizan con descuento.

Con todo, tras ser el 2020 el peor año del FTSE en la última década con la irrupción de la pandemia (que hundió la demanda interna del país) y la cancelación de los dividendos (que, tradicionalmente han supuesto un atractivo adicional para invertir en este mercado), es ahora cuando este mercado está mostrando resiliencia. Los beneficios de las compañías – en términos de BPA – se han revisado al alza, en un +12% por encima de las estimaciones iniciales. Por otra parte, cabe señalar que UK tiene una Beta por debajo de 1 respecto a la bolsa mundial (MSCI World), esto es, que registra una menor variabilidad que el resto de los índices, teniendo así un carácter algo más defensivo.

Como conclusión, según las valoraciones que presenta y los múltiplos a los que cotiza actualmente el FTSE 100, parece conveniente comenzar a construir posiciones (si no las tenemos ya) en este mercado, pues resulta interesante dada su valoración y sesgo defensivo en lo que va de año. Sin embargo, dado el contexto macroeconómico global, en el que no se han despejado muchas de las incógnitas, desde Cross Capital recomendamos cautela, si bien nos ceñimos a seleccionar compañías con modelos de negocio robustos, balances sólidos, ventajas competitivas fuertes y múltiplos atractivos, sin olvidar la evolución del entorno macroeconómico.

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