La Orotava celebró ayer la 84 edición de su tradicional romería en honor de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, santos patronos de la Fiestas de la Villa. Como estaba previsto, la romería arrancó sobre las 13.30 horas desde la calle San Francisco, una vez que los Santos patronos llegaron a la Casa de los Balcones desde donde vieron desfilar a los romeras y romeros, el mismo punto donde partieron, tras el término de la romería, para llegar a la ermita del Calvario sobre las siete y media de la tarde.
Este año desfilaron un total de 65 carretas, unas treinta menos que la cifra habitual de los últimos años. La panza de burro refrescó el desfile y a última hora hubo hasta un pequeño sereno que no deslució la fiesta. Entre participantes y público asistente se calcula que ayer se congregaron en La Orotava unas 30.000 personas.
El desfile lo abrieron la reina de las fiestas, Andrea Oliva, y sus damas de honor, acompañadas con la delegación de Ponteareas, pueblo gallego hermanado con La Orotava, con su grupo de gaitas. El cierre del desfile, como es tradicional, fue para la carreta de la Romera Mayor seguida de las autoridades y las imágenes de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, escoltadas por la cofradía de labradores.
La organización de la romería corrió a cargo como es tradicional de la Sociedad Liceo de Taoro, que cumplió en esta edición 86 años a cargo de la “fiesta más bonita que hay en Canarias”, y que cada año se encarga de que se respete la tradición en cuanto a vestimenta y complementos.
A pesar de la gran concentración de gente, la jornada se desarrolló sin incidentes y con gran animación, una fiesta que, al término del desfile romero, se trasladó a la Plaza Franchy Alfaro para continuar con la diversión con el Baile de Romería que estuvo amenizado por la orquesta Corinto Band.