sociedad

César Manrique: “Tengo la impresión de que yo no hago nada, que me lo dictan”

Entrevista inédita de Nicolás de la Barreda con el artista canario César Manrique
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Por Nicolás de la Barreda.| Acababa de bajar de ver el Partenón de Atenas (precisamente uno de los monumentos que nombra César como imprescindible en esta entrevista) y contemplar el esplendor y la decadencia de la civilización griega, cuando compré El País del 26 de septiembre de 1992 en un quiosco de souvenirs y prensa que había encontrado en mi descenso por recoletas calles de esta urbe antigua, como hacía cada domingo desde hacía años, cuando al desdoblar el periódico, una noticia en la portada, me había arrebatado toda la alegría de aquel verano en la España que había organizado brillantemente unos Juegos Olímpicos en Barcelona, una Expo en Sevilla y Madrid era todavía la Capital Cultural de Europa, todo enmarcado en los fastos del V Centenario de la gesta colombina.

El País titulaba en portada: “Fallece César Manrique, el artista que mejor supo unir arte y naturaleza”. Y añadía en una entradilla de Carmelo Martín: “El pintor canario, de 73 años, murió a consecuencia de un accidente de tráfico en Lanzarote”. Me tuve que sentar en lo primero que vi,…me faltaba el aire…No podía ser…Si hacía muy poco que habíamos pasado varias tardes juntos charlando de lo humano y lo divino en el Hotel San Felipe de el Puerto de la Cruz en el ya fenecido Festival de Cine Ecológico y de la Naturaleza (como si no fuera lo mismo) y que fue el primero en este género en el mundo. Se me saltaron las lágrimas y toda la gente que me acompañaba me preguntaba al unísono, pero ¿qué pasa?. Solo pude balbucear: nada, que ha muerto un visionario, el artista más grande que ha dado mi tierra. Para los que no son canarios, les cuesta mucho comprender quién fue, es y será César Manrique.

En ésta su última entrevista larga jamás publicada y que guardé como oro en paño para publicarla en el futuro en una efeméride redonda y que se cumple hoy (30 años de su repentino fallecimiento) trataré de desgranar eso: ¿quién fue, quién es y quién será César Manrique? en tres capítulos, porque cuando te encuentras con César en estado puro, hay que aprovecharlo: realiza tal catarata de declaraciones que hay en este largo interviú varios titulares, que aún hoy serían explosivos.

Saqué a César de su siesta en su plácida habitación del Hotel San Felipe y parecía aletargado cuando bajó a los jardines, pero en cuanto empecé a preguntar sus respuestas aparecieron como ráfagas de metralleta… No dejaba títere con cabeza.

-Estamos en el Puerto de la Cruz, una ciudad que lleva de por vida tu huella y tu sello…(César interrumpe la pregunta)

“Pero, no lo que yo quisiera…ni mucho menos aquí se han hecho muchas barbaridades…Inclusive ahora mismo estoy viendo en el jardín del Hotel San Felipe que le han metido detrás un aparcamiento con una cosa de supermercado que es meter con un calzador en el más mínimo espacio un gran número de cemento…Cuando saben que estamos luchando por usar los espacios mucho más prístinos o diáfanos, ya que está siendo masificado. Y esto es una cosa realmente grave, a pesar de que he hecho el Lago Martiánez, que no cabe duda le ha dado un gran prestigio a Puerto, de lo que estoy muy satisfecho, y ahora estoy realizando la Playa Jardín, que es como inventar el paraíso en la tierra, ya que hemos sido maldecidos por el pecado original (nos reímos), por eso quiero hacer el paraíso en la tierra. Creo que la costa desde el Castillo de San Felipe hasta el Loro Parque era una costa caótica y yo creo que se ha transformado con mi equipo en una costa que va a ser maravillosa llena de árboles con laureles de India, cocoteros en la orilla del mar, árboles frutales, flores… La gente empieza a estar enloquecida por haber creado una playa enorme en un sitio en donde no existía, sino un mar muy hostil y en donde no se podía bañar uno…lleno de cafés, plataformas, restaurantes, esculturas, cascadas de agua, de plazas con un quiosco para que pueda tocar la banda de música los domingos y que el pueblo de Puerto de la Cruz tenga un lugar lleno de armonía y de poder estar paseando, leyendo el periódico, en donde se sientan muy felices…eso es lo que yo pretendo a nivel de aplicar todo el arte y todo lo que sé en grandes espacios naturales, que es una nueva manera de contemplar el futuro del arte, ya que todos los pintores, como seres más sensibles, tenemos la obligación moral en estos momentos en que tenemos la desgracia de asistir a la contaminación del planeta, de meter el arte en todos los puntos de la naturaleza sucios… Como por ejemplo lo que voy a hacer ahora en la avenida marítima de Santa Cruz, en la montaña esa que hay de escombros y de basura (el Lazareto). Quiero transformar un basurero en un diamante…Y ya estuvimos ayer viendo las primeras ideas con el alcalde de Santa Cruz y está entusiasmado. La fachada de Santa Cruz da una enorme pena de que esté toda llena de contenedores que están rompiendo la única perspectiva limpia hacia al mar…y embelleciendo el Castillo Negro, el Polvorín y la montaña de basura (le apunto que es el Lazareto) en una preciosidad que la gente va a estar entusiasmada…(le añado que es una ciudad que vive de espaldas al mar y asiente contento porque lo he entendido a la primera )…Por eso te digo que estoy ahora muy lleno (de cosas) pintando intensamente porque tengo muchas exposiciones en perspectiva…yo no paro”.

– ¿No te parece un poco contradictorio que esta ciudad (Puerto de la Cruz), la única de Tenerife que ha declarado un 95% de su municipio urbanizable, tenga el único festival de cine ecológico del mundo?

“Es que para hacer un festival de cine ecológico tendríamos que haber dado un ejemplo de ecología (empezando por el Gobierno) y de la salvación medioambiental de Canarias, para que tuviera una razón de ser, pero hacer un festival ecológico donde se ha especulado, rompiendo la armonía y la enorme belleza del Valle de la Orotava, que era un Patrimonio de la Humanidad y que hayan hecho lo que han dejado construir es verdaderamente vergonzoso, pero, de todas maneras, no cabe duda que un festival de cine ecológico trata de mentalizar y de educar, sobre todo de ver el medio en donde estamos viviendo para que nuestro paisaje, nuestra arquitectura, nuestra fauna, nuestra flora tenga la belleza que tiene Tenerife…ya que, para mí, es una de las islas más hermosas del mundo…Porque, por ejemplo, el caso desde la cota cero del mar a la altura del Teide…no existe en ningún lugar del mundo…Es un espectáculo, por ejemplo, que en invierno, mientras la gente se está bañando a la orilla del mar en el Puerto con un sol espléndido, vea como un decorado el Teide nevado de fondo. Esto es un espectáculo impresionante y me da la impresión de que los canarios no han tenido consciencia de la belleza y del lujo que significa vivir en Canarias”.

-¿Crees que la Ley de Costas de Canarias ha llegado tarde?

“Ha llegado todo muy tarde, pero, claro, yo lo que digo que más vale tarde que nunca. Pero, no cabe duda que estamos destruyendo Canarias. Y lo más tremendo es que esto está admitido por un Gobierno que tenía que haber salido al encuentro, y dictando leyes urgentes; queremos llegar a la ruina absoluta…ya que Canarias ya tiene una mala imagen a nivel europeo. Y esto es muy grave. (Le apunto sobre el vídeo que circulaba en esos tiempos por toda Europa sobre la masificación urbanística). Y gracias al vídeo hubo una pequeña reacción y gente que se rasga las vestiduras como si fuera una calumnia lo que se dice…La realidad es muchísimo peor (refieriéndose al vídeo). Y de la isla de Gran Canaria para qué te voy a contar. A mí me da una pena terrible…Era una isla preciosa de una belleza extraordinaria y está…que no quiero describirla porque me da vergüenza… ¡Hombre, es una vergüenza y que eso lo admita un Gobierno que no se ocupa para nada del medio ambiental…”

-Tú advertiste del peligro que corría el sur de Tenerife cuando empezó el boom y efectivamente se ha convertido en algo parecido al sur de Gran Canaria.

“Cada vez que cojo el ferry para ir a La Gomera, donde estamos haciendo en Valle Gran Rey un mirador que está quedando muy bonito, porque está muy bien integrado en el acantilado y no se ve desde ningún sitio, me quedo aterrado de ver lo que se ha tolerado en Los Cristianos, lo que se ha hecho con una arquitectura estándar, vulgar, espantosa…donde la gente está harta de ver ese tipo de arquitectura en las grandes ciudades, cuando tenemos una arquitectura única en el mundo, que es absolutamente de las Islas Canarias y los arquitectos ni el Colegio de Arquitectos han sabido, por lo menos luchar un poco por mantenerla. Pero dentro de un concepto contemporáneo, ni siquiera retroceder en el tiempo. Se puede sacar la esencia de la arquitectura canaria con toda la tecnología actual, pero que tenga el espíritu de Canarias…Y lo único que han hecho es una vulgaridad…Son cajas de zapatos estándar y el turismo a eso no viene a Canarias”.

-Se oye en los pasillos del Festival que tienes razón con que Lanzarote es la perla del Atlántico, pero si toda Canarias fuera así como Lanzarote, no habría turismo en las Islas.

“¿Quién dijo eso? Pero eso es ir en contra de una realidad tangible: si Lanzarote es la única isla que tiene prestigio internacional ahora mismo en Canarias, a pesar de que también se la están cargando. Hay una masificación en Lanzarote que ha llegado al techo. Y no paran. Yo, precisamente, estoy hablando con autoridades y denunciando: señoras y señores, por favor, paren ya de construir. Ni un apartamento ni un hotel más porque vamos a la masificación y a la destrucción. La gente no viene a ver ni Lanzarote ni ninguna isla para ver este caos automovilístico, lleno de delincuencia y de drogadictos. El día que esto se venga abajo, yo no sé qué puede ocurrir”.

– César, tú eres “Padre, Hijo y Espíritu Santo” de Lanzarote. Te viste envuelto en algún encontronazo muy fuerte y desagradables con el presidente del Cabildo, Dimas Martín. ¿Te ha hecho daño?

“No creo. No me ha dolido nada, cuando uno está por encima de eso, cuando tienes la conciencia limpia, tienes una seguridad tremenda. Estás en posesión de una verdad. Lo más dramático es tratar de decir barbaridades sin ningún fundamento. Y claro, ahora mismo hay una reacción absoluta en contra de algo que no es mi verdad ni ha existido nunca. La gente estaba alarmada y yo estaba tan contento y feliz”.

-¿No sería una maniobra política para llamar la atención?

“Y para muchas otras cosas, pero no quiero hablar de eso porque no me interesa. Lo único que me interesa es trabajar, seguir trabajando por mi pintura y seguir luchando por Canarias y por mis exposiciones internacionales y por mejorar cada día más mi manera de crear”.

-¿De qué trabajo te sientes más orgulloso?

“De casi todos. Y lo que me pasa es un fenómeno muy extraño: a mí me da la impresión de que no he hecho nada”.

– ¿Cómo va a ser eso?

“Pues siempre me olvido de todo. Entonces cada cosa que hago nueva, creo que es la única cosa que he hecho en mi vida. Se me olvida lo que he hecho. Y por eso me causa mucha admiración cuando la gente me alaba y me piropea. ¡Pero, si en realidad, yo no he hecho nada! Y no es por falsa humildad. Después pienso en algo muy extraño: tengo la impresión de que yo no hago nada, que me lo dictan. Hay como algo mágico, ¿comprendes? Cuando yo termino una obra y luego la quiero volver a repetir o examinar y no la entiendo, digo: ¿esto lo he hecho yo? No me lo creo”.

-¿Casi inspiración divina?

“Hay como un dictado que me dan por detrás. La prueba evidente es que hay muchos testigos de mi equipo que doy con un proyecto en media hora y después no lo entiendo, es como si me sonara a chino. Una idea de una gran originalidad y la gente se queda un poco sorprendida. No quiero que piensen que me lo invento. Hay algo como superior, como metafísico”.

-¿De qué trabajo te sientes menos orgulloso, si hay alguno?

“Creo que no me he arrepentido de nada”

-¿Te han destrozado o cambiado algo?

“Hay algo que me duele cuando realizo algo: verlo en un estado de abandono y que no esté cuidado como debería. Por ejemplo, el Lago Martiánez. Estuve esta mañana y me quedé disgustado de ver lo importante que ha sido para el Puerto como imagen y como riqueza y que no lo hayan cuidado como tenían que haber hecho. Eso me da una pena enorme, porque creo que va en contra de Tenerife y de Canarias por una falta de vitalidad y de entusiasmo por lo que tenemos. Una de las cosas que yo he logrado en Lanzarote es que todo el mundo se sienta responsable del medio. Todo el mundo está limpiando y todas las casas están pintadas y blancas. No hay basuras. Los centros turísticos de la isla (Los Jameos del Agua, el Mirador de El Río, el Parque de Timanfaya, el Museo de Arte Contemporáneo, el Jardín de Cactus…) están impecables, como el primer día o mejor. Y eso no lo he visto en Tenerife. Hay un poquito de abandono. y lo digo con el mayor cariño a Tenerife, porque la quiero profundamente como a toda Canarias. Y me da una pena que no cuiden lo que tienen que cuidar”.

-¿Sabes que más de dos millones de personas visitan anualmente el Lago de Martiánez?

“Bueno, y el otro día sentí una satisfacción enorme cuando, Peter…éste…uno de los inversores franceses que se encargó de La Vaguada, me llamó de Madrid para darme una alegría porque en 1990 hemos batido el récord mundial a un centro comercial con 24 millones de habitantes, más que el aeropuerto Madrid Barajas. Yo me quedé sorprendido del enorme éxito y a pesar de que algunos arquitectos me criticaron porque decían que no era interesante. Y, además, el barrio se ha transformado. Antes era marginal y horroroso y ahora es un barrio de superlujo de Madrid. Y esto me satisface porque fue por introducir la luz del sol hasta la última planta del parking, ya que la teoría filosófica de los centros comerciales de Europa y América era tener luz atenuada y los escaparates muy iluminados para vender el producto y yo hice todo lo contrario, hice que el sol llegara hasta la última planta…y éste es el enorme éxito porque la gente no siente claustrofobia internamente y tiene un lucernario espléndido en forma de pirámide (hechas antes de la del Louvre, porque si no fuera así, me habrían dicho que la copié) y éste creo que es el éxito de La Vaguada. Y estoy también contento ahora porque han venido arquitectos japoneses y norteamericanos para ver en qué consistía el éxito de La Vaguada y eso no cabe duda que me llena de satisfacción. Me doy cuenta que yo tenía un poder plástico de una belleza impresionante, por eso mi pintura es matérica, porque no cabe duda que la influencia que Lanzarote ha tenido en mí me ha calado en lo más profundo de mi alma. Ha habido una simbiosis entre el arte y la naturaleza de Lanzarote.”

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