“Tengo mucha fe en él y creo que este va a ser su año”. La frase la pronunció Juan Carlos Cordero el pasado 28 de julio. Apenas 70 días después, el criterio sobre el inglés ha cambiado. Y mucho. El director deportivo se mostró harto el pasado lunes de la intermitencia del habilidoso atacante, quien arrastra un rosario de lesiones que le han impedido explotar del todo en la Isla.
De aquella frase del mes de julio, Cordero ha pasado a decir que la renovación de Sam está aparcada hasta que se la gane en el campo: “Vamos a esperar a que se recupere físicamente, que nos pueda ayudar y que pueda jugar partidos de forma continua, que, a día de hoy y desde que yo estoy aquí, es un jugador discontinuo y que el entrenador y yo no tenemos tranquilidad con él”.
Lo cierto es que desde que el británico llegó a la Isla, en verano de 2019, ha tenido numerosos contratiempos. Su primera temporada se la pasó en blanco en el Tenerife por culpa de unas constantes molestias en la espalda. De hecho, el 14 de enero de 2020 se marchó cedido al Atlético Baleares sin ni siquiera haber debutado con la camiseta blanquiazul.
La temporada 21/22, la siguiente, empezó de buena manera para el centrocampista ofensivo, quien incluso llegó a renovar con el club el 7 de octubre por una temporada más (tiene contrato en vigor hasta el día 30 de junio de 2023). Totalmente clave y determinante en la primera vuelta del campeonato, llegó a marcar seis goles y repartir cinco asistencias.
Sin embargo, empezaron los problemas en el pubis. Una dolencia que le acompañó gran parte del curso y que provocó que apenas pudiera ayudar al equipo en la recta final y durante las eliminatorias decisivas por el ascenso a Primera División.
La pubalgia que arrastra es una lesión muy común en el mundo del deporte y, a su vez, muy complicada de tratar. Se manifiesta con una molestia en la ingle o en la parte baja del abdomen, para, posteriormente, agudizarse desplazándose hacia el muslo.
Aún así, la pasada campaña llegó a acumular seis goles y a jugar 32 encuentros, 19 de ellos como titular.
Sus comienzos en esta temporada fueron realmente esperanzadores. Llegó a participar en los tres primeros partidos, sumando 79 minutos en el duelo inicial en Éibar, 69 en la segunda jornada ante el Lugo y 71 frente al Levante. Pero Shashoua ya no apareció en la alineación titular del pasado sábado frente al Racing de Santander. El deportista estuvo entre los futbolistas de banquillo, pero ni siquiera llegó a calentar. Luego, en sala de prensa, Ramis confesó que el jugador no había entrenado durante la semana y no estaba para aportar “nada”.
Ahora, sin parte médico difundido por el club aclarando su estado o el tiempo que estará ahora de baja, su regreso a los terrenos es una incógnita. Lo cierto es que el futbolista se está jugando una renovación que tampoco está claro que desee.
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