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Mena y el PSOE retoman su matrimonio de conveniencia

El regidor de Arona volverá a liderar la lista municipal socialista en 2023 tras sobrevivir a los intentos de expulsión del partido y mantenerse contra viento y marea en la Alcaldía avalado por los tribunales
José Julián Mena es alcalde de Arona desde 2015.
José Julián Mena es alcalde de Arona desde 2015. DA

La salida del grupo de Gobierno de Arona de los cuatro concejales socialistas críticos con Mena ha sido el último episodio de un convulso mandato municipal que ha dinamitado la estabilidad en el Ejecutivo local y que ha obligado a la Justicia a dictar sentencia.

La renuncia de los ediles se produjo el mismo día en que se confirmó la candidatura del actual alcalde a la reelección con las siglas del PSOE, después de que en el último Comité Regional, su secretario general, Ángel Víctor Torres, respaldara públicamente al regidor, aunque haciendo un llamamiento a un entendimiento imposible entre los dos sectores.

La permanencia de José Julián Mena (44 años) al frente del Ayuntamiento de Arona y en su propio partido es un caso de supervivencia política digno de análisis. Hace poco más de un año un sector de su formación política lo daba por muerto como alcalde y militante socialista después de que fuera expulsado del partido, tras decidirlo así Ferraz y las direcciones regional y tinerfeña, y después de que siete concejales del PSOE hicieran saltar por los aires el grupo municipal y trasladaran sus diferencias a los tribunales. Un panorama que parecía sentenciar a Mena a entregar el bastón de mando por las buenas o vía moción de censura y pasar a la oposición como concejal no adscrito.

Pero Mena no se resignó y desde que estalló la crisis en su grupo municipal, escenificada con la destitución de Luis García como concejal de Urbanismo en junio de 2020, se ha defendido como un gato panza arriba en los juzgados, logrando, para sorpresa de quienes lo daban por liquidado, revertir la situación y salir airoso de cada litigio librado en la vía judicial frente a su partido y a los concejales críticos que formaron parte de su lista en 2019.

Así, José Julián Mena ganó el pulso en los tribunales a las direcciones federal, regional e insular del PSOE, que firmaron su expulsión (y la de Luis García) para acabar con la crisis en el grupo de gobierno. Primero con medidas cautelares y, posteriormente, dándole la jueza la razón al estimar íntegramente la demanda del alcalde, que no solo evitaba así su salida del PSOE, sino que desactivaba una posible moción de censura con la que se buscaba finiquitar su mandato después de lograr en 2019 una mayoría absoluta que, en la práctica, apenas duró un año, al partirse en dos el grupo de gobierno.

Antes de que se pronunciara la Justicia, el alcalde se cubrió las espaldas al presentar un recurso en Ferraz contra su expulsión, lo que desbarató la estrategia del sector crítico y la oposición durante un bronco pleno, celebrado en noviembre de 2020, en el que pidieron su pase al grupo de no adscritos al considerar que la expulsión del PSOE era firme por cuanto ya había sido notificada al Ayuntamiento.

El secretario municipal, Pedro Javier Hernández, incluyó en el orden del día el punto en el que se hacía constar la comunicación del PSOE y el pase al grupo de concejales no adscritos del alcalde, pero también dejó constancia del recurso orgánico presentado a última hora por Mena, lo que le llevó a argumentar que no cabía ejecutar en el pleno la expulsión del partido hasta que se resolviera dicho recurso. El regidor se acogió entonces al artículo 70 del Reglamento Orgánico Municipal y retiró el punto del orden del día.

Los ediles Dácil León y Juan Sebastián Roque, ambos del PSOE, y el concejal no adscrito Luis García presentaron una querella en la que acusaron al alcalde y al secretario municipal de prevaricar y cometer fraude de ley al retirar el polémico punto del orden del día. Pero, de nuevo, la Justicia daría la razón al regidor.

El magistrado Nelson Díaz Frías, titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Arona, dictaminó el pasado 17 de agosto el sobreseimiento provisional de la querella presentada por los tres concejales. Según el auto, tanto el alcalde como el secretario municipal actuaron conforme a la ley y los dos informes de Pedro Javier Hernández presentaban una “total coherencia el uno con el otro”.

A estos pronunciamientos judiciales favorables a Mena hay que sumar la resolución de un expediente abierto en Fiscalía a raíz de la documentación presentada por Luis García en la que denunciaba presuntas injerencias y coacciones externas ejercidas sobre técnicos de Urbanismo para influir en la tramitación de determinados expedientes. Después de analizar la documentación y las grabaciones aportadas y tomar declaración a varios testigos, la Fiscalía resolvió el archivo provisional del expediente.

José Julián Mena ocupa la Alcaldía de Arona desde 2015 tras acabar con la hegemonía de Coalición Canaria. En 2019 obtuvo mayoría absoluta, aunque un año más tarde, tras detonarse la crisis en el grupo de gobierno, perdió la mitad de los apoyos de sus concejales, lo que le ha obligado a gobernar el tercer municipio con mayor población de la Isla con el respaldo de apenas seis ediles.

Con las encuestas a favor y una oposición inmersa en la atonía, Mena afronta un horizonte electoral que nadie podía imaginar en la etapa más convulsa de su mandato. Tras el arbitraje de los tribunales, la dirección del PSOE ha acudido al VAR dos años después y ha dejado sin efecto la tarjeta roja. Ahora, Mena quiere buscar su hat-trick en la Alcaldía.

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