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El recuerdo de Anna y Olivia, un homenaje eterno a todas las víctimas de violencia vicaria

La escultura de Julio Nieto, que la Fundación DIARIO DE AVISOS entregó a Santa Cruz el martes pasado, da la vuelta al mundo como símbolo de la protección de la infancia
"La Guardia Civil trabajó noche y día para encontrar a Anna y Olivia"

Han pasado ya unos días desde que Santa Cruz recibió, de manos de la Fundación DIARIO DE AVISOS, la escultura que honra la memoria de las niñas Anna y Olivia. Unos días en los que la ciudad se está acostumbrando a su presencia, a su recuerdo, a mirarlas sin que el dolor que inundó el mundo entero hace casi año y medio se apodere de todo, un tiempo en el que algunas personas han querido que las pequeñas estén más acompañadas depositando flores en su entorno.


La escultura que Julio Nieto ha diseñado, de la mano de la madre de las pequeñas, Beatriz Zimmermann, se ha convertido en todo un símbolo de la lucha contra la violencia hacia a las mujeres, especialmente contra la violencia vicaria. Quizá, este sea el primer monumento en España y puede que en Europa, que viene a recordar que no hay nada más sagrado que los hijos, por muy mal que las cosas vengan mal dadas para sus padres, un mensaje de protección, de cuidado, de amor, el mismo que la madre de las pequeñas quiso que se mostrara en la escultura que se ubica junto al parque de La Gesta de la capital tinerfeña. Un monumento que también recuerda a los 47 niños que han muerto a manos de sus progenitores en los últimos nueve años en España.


Quizá también por eso, por su impacto emocional, por lo que subyace tras su dulzura, que no es otra cosa que la crueldad extrema de un padre, que por hacer daño a la que ya no era su mujer, pero que seguía siendo madre, el alcance internacional de la entrega de la escultura ha superado todas las expectativas.


No solo los medios de comunicación nacionales en todos sus ámbitos (televisiones, radios, revistas, periódicos) sino también internacionales, como la cadena pública británica BBC, canales europeos y latinoamericanos, se hicieron eco de este reconocimiento a la memoria de Anna y Olivia. Una ceremonia que contó con la presencia de la madre de las pequeñas, Beatriz Zimmermann, quien asistió serena a la ceremonia, al menos hasta el momento en el que se descubrió la escultura, instante en el que no pudo evitar las lágrimas, como casi todos los asistentes al acto.


La madre de Anna y Olivia vestía de blanco, un color que recordaba la inocencia de sus pequeñas, e intervino solo para dar las gracias a quienes, hace poco más de un año, trabajaron día y noche por devolverles a sus niñas, y que el 10 de junio, como ella misma recordó, consiguieron que el cuerpo de Olivia volviera con ella, “el día de santa Olivia” un “milagro”, dijo.


La entrega de la escultura a la ciudad fue también el cumplimiento de una promesa, la que el presidente de la Fundación DIARIO DE AVISOS, Lucas Fernández, hizo a la madre de las niñas hace un año, en los Premios Taburiente. Entonces prometió que la memoria de Anna y Olivia sería honrada con una escultura, que se colocaría frente al mar, el mismo que las envolvió para siempre. “Se trata del proyecto más triste y doloroso que hemos afrontado, pero tengo que agradecer a Beatriz, madre de las niñas, la fortaleza con la que afronta la vida”, expresaba el presidente de la Fundación durante el acto del pasado martes.


Fernández también agradeció a Julio Nieto su trabajo, del que dijo “es uno de los escultores más importantes del momento” y le dio las gracias por su “delicadeza”. Finalizó su intervención asegurando que “esta estatua simboliza nuestro profundo rechazo a la violencia vicaria” para dirigirse a continuación a las autoridades presentes con un ruego, el de que “deben acelerar e intensificar todos los esfuerzos posibles para erradicar la violencia contra las mujeres. Todas las violencias. No pueden quedar en la esfera de lo privado, porque es un problema público”.


El autor de la escultura, Julio Nieto, intentó explicar el proceso creativo, pero la emoción se lo impidió. Su voz se quebró intentando relatar como, junto a Beatriz, había querido reflejar la dulzura, la sonrisa, la inocencia de unas niñas ajenas a la maldad. Olivia y Anna corren descalzas y de la mano, ambas sonríen y se miran a los ojos. Esa es la imagen que Nieto plasmó y que tantas lágrimas desbordó el pasado martes.


Al acto asistieron distintas autoridades, entre ellas el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, el presidente del Cabildo, Pedro Martín, y el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez. Este último agradeció a la Fundación por donar a Santa Cruz “una gran obra de Julio Nieto”. “Una obra que refleja de manera tierna y sensible la representación del amor entre hermanas, un homenaje a las niñas Anna y Olivia, separadas de su madre por un acto de violencia vicaria”. Bermúdez se unió al discurso del presidente de la Fundación, al señalar que “sirva esta escultura también como un no rotundo a una desgraciada realidad que debemos erradicar de nuestra sociedad”. El presidente Ángel Víctor Torres compartió el dolor y la rabia ante la violencia vicaria. “Entonces y hoy, las canarias y canarios seguimos al lado de su familia” en referencia a Beatriz, para añadir que a Anna y Olivia, “no las olvidaremos nunca”.


La escultura en memoria de las pequeñas Anna y Olivia fue descubierta durante la actuación del Coro de Voces Blancas del Ayuntamiento de Santa Cruz, que interpretó una versión de Leonard Cohen del tema Aleluya. El mismo coro puso punto final al emotivo acto con la canción Cuídame, de Pedro Guerra, que reivindica el derecho de los niños a ser educados con respeto, cariño y ternura.

Proceso creativo


Julio Nieto, un escultor vasco de larga trayectoria, cuyas obras pueden verse en distintos puntos de Santa Cruz, como por ejemplo el Árbol de la vida, en las inmediaciones de la plaza de España, abordó la escultura con el respeto y la inspiración que la ternura del tema requería.
La escultura se modeló en su taller, primero en barro, para después reproducirse en cera y dar paso al proceso final de fundición en bronce. De delicada belleza y enorme riqueza de matices tiene un acabado en pátina clásica con ocres y dorados, reproduciendo a tamaño natural, las figuras de Anna y Olivia.


Nieto respondía así al encargo de la Fundación DIARIO DE AVISOS, que puso en sus manos la promesa hecha a la madre de las niñas durante la entrega del Premio Taburiente al buque científico Ángeles Alvariño, por su valiosa contribución en la búsqueda de las niñas y que permitió recuperar el cuerpo de la pequeña Olivia.

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