Jahrah, de 54 años, se encontraba desaparecida en Jambi, Indonesia, tal y como había denunciado su marido ante las autoridades correspondientes. La última vez que había sido vista con vida fue antes de ir a trabajar a una plantación de caucho.
Las alarmas saltaron cuando no llegó a casa al término de la jornada laboral. Como es lógico, su esposo pidió ayuda para iniciar las labores de búsqueda, ya que él solo había encontrado sus sandalias y las herramientas de trabajo.
Equipos de seguridad y residentes en la zona colaboraron en la búsqueda y fue precisamente alrededor de la plantación donde se toparon con una serpiente pitón de siete metros de largo. El hombre explicó a medios locales que “en ese momento se empezó a sospechar del animal”.
Las sospechas se confirmaron cuando capturaron a la serpiente, ya que hallaron el cadáver de Jarah en su interior, un extremo confirmado por el jede de policía local al portal de noticias Detik, en información recogida por el diario británico The Guardian.