La fiscal superior de Canarias, María Farnés Martínez Frigola, anunció ayer, durante el acto de su toma de posesión del cargo, que entre sus objetivos figura el de contar con la ayuda de expertos de Hacienda y la Seguridad Social para reforzar la lucha contra el blanqueo de capitales. “Sigue siendo la cenicienta de la criminalidad organizada”, apuntó. “La investigación de delitos de blanqueo de capitales es fundamental para acabar con mafias y no podemos hacerlo si no las ahogamos económicamente. Lo que pasa es que la Fiscalía necesita expertos de Hacienda o de Intervención del Estado, que echen una mano en aquellos conocimientos que no son propios de nuestra formación”, dijo.
Ante el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, autoridades canarias y los fiscales de la comunidad autónoma, la fiscal de Santa Coloma de Farnés (Girona), también se refirió a las llegadas de pateras y cayucos. Respecto a este fenómeno, se comprometió a garantizar la salvaguarda de los derechos de estas personas que huyen de guerras o de la pobreza: “No podemos recibirlos, sin hacer nada más”. Farnés Martínez terminó su intervención recordando a las fiscales afganas “que permanecen escondidas porque su vida corre peligro”, reivindicó el orgullo de ser fiscal y mencionó, entre sus retos al frente del Ministerio Público en Canarias, la necesidad de impulsar la mediación penal “como mecanismo restaurador”.
Además, apeló a la unidad de acción que, a su entender, debe regir en la Fiscalía en Canarias, y resaltó la importancia que tiene el tiempo en la resolución de los conflictos, de ahí que haya abogado por “adoptar medidas para que el tiempo de respuesta sea el más corto posible”. Se mostró dispuesta, asimismo, a reactivar la oficina de atención a las víctimas del delito y expresó su alarma por la proliferación, fundamentalmente en redes sociales, de los delitos de odio.
La flamante fiscal superior de Canarias ha llevado en Canarias procedimientos de gran envergadura, como el caso Teresitas, el Grúas y el Reparos.