La Gerencia de Urbanismo de La Laguna ha contratado un proyecto de asistencia técnica para la elaboración de un modelo de desarrollo sostenible y plan de acción de las políticas territoriales del municipio.
Los responsables de este proyecto, el prestigioso urbanista Salvador Rueda, que está al frente de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, y el estudio de arquitectura Cabrera Febles, han mantenido una primera reunión con el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, y el concejal de Ordenación del Territorio, Santiago Pérez, para “proyectar el futuro” con “acciones puntuales que permitan cambiar profundamente su realidad”.
El objetivo de esta asistencia técnica es definir el modelo de desarrollo territorial que servirá de marco estratégico a los futuros Planes Generales e integrará como ejes fundamentales los recursos propios del municipio, una movilidad sostenible, la eficiencia energética, el consumo de proximidad y todos los que vienen definidos en la Agenda 2030.
Luis Yeray Gutiérrez consideró “fundamental que en el planeamiento del futuro del municipio contemos con el respaldo y la aportación de voces autorizadas, sumando experiencias que podamos trasladar a la realidad insular, para garantizar que el desarrollo de La Laguna se produce de forma ordenada, respetando los principales compromisos del Gobierno municipal con el medioambiente, la sostenibilidad y la conservación del territorio”.
Salvador Rueda, por su parte, resumió que la idea es diseñar “acciones puntuales que permitan cambiar profundamente la realidad, con un mínimo consumo de suelo y en equilibrio entre lo urbano y lo rural, en régimen de igualdad, sin mirar a lo rural como espacios vacíos aislados hasta que se les meta mano”. Para ello planteó medidas de compensación, incluso económicas, con instrumentos que sirvan para consolidar y anclar a la población al territorio.
Por otra parte, propuso una mirada hacia lo urbano con soluciones innovadoras que generen actividad económica, con una lógica descentralizadora pero también decidiendo qué elementos metropolitanos interesa potenciar.
Es decir, “decidir dónde se debe crecer, si es que se puede crecer, dónde están las limitaciones y cómo elevamos la calidad urbana en toda La Laguna, en la zona patrimonial pero también fuera de lo que es el casco”, manifestó.
Los adjudicatarios de este contrato tienen la responsabilidad de diseñar un modelo territorial del municipio que identifique sus potencialidades y problemáticas, proponiendo soluciones y aprovechando oportunidades para dar respuesta a los desafíos que plantean el cambio climático o la nueva situación social y económica provocada por la pandemia de coronavirus.
Santiago Pérez recordó que en La Laguna “ha habido un tira y afloja histórico, una tensión mal resuelta entre las necesidades de expansión de la ciudad y la preservación de nuestro patrimonio natural, una vocación urbanizadora de Coalición Canaria (CC) en conflicto con la protección del territorio”.
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