tribuna

Reflexiones Marruecos-Canarias

Por José Carlos Alberto Bethencourt. Canarias no es un ente abstracto en medio de la nada. Canarias, es Canarias, es España, es Europa y sus derechos garantizados en su Estatuto, su REF y demás fueros, tienen que ser defendidos por este orden: Canarias, España, Europa y la OTAN, y todo ello regido por el derecho internacional.
Dicho esto, la situación es la siguiente. Existen problemas importantes entre el Estado Español y Marruecos que obligan a una negociación diplomática. Pero son aspectos distintos. No es lo mismo Ceuta y Melilla, que el Sahara y mucho menos Canarias. Son problemas fronterizos en unos casos, de soberanía en otros, que incluye la participación de la ONU, energéticos otros, y un chantaje migratorio y una actitud expansionista por parte del reino alauita que a veces resulta intratable, y otras inadmisible como cuando de números de muertos en la ruta Canaria se trata; esto unido a ciertas actitudes erróneas y prepotentes en ocasiones del Gobierno de España.
El tema se ha situado en el terreno de la negociación diplomática. Una negociación de esta índole es lo más alejado a un debate público, sometido a votación. Y es bueno que así sea. Tiene varios momentos importantes. En primer lugar ¿de qué se va a hablar? Este punto quizás debe ser conocido. Qué temas se aceptan que sean objeto de debate y cuales son inaceptables. Cuando digo que deben ser conocidos, tampoco digo que deban ser sometidos a presión mediática, digo simplemente conocidos.
En segundo lugar ¿Quiénes son los interlocutores? No cabe duda de que la negociación es ESTATAL, pero se han nombrado comisiones para los distintos temas. Es ahí donde el Estado español debe demostrar su sensibilidad y respeto para los fueros autonómicos. Canarias debe estar presente en los temas que le afectan, y su representación debe ser autorizada y respetada. Con conocimientos, discreción y currículo. Esta fase es la que más alejada debe estar de los poderes mediáticos, y donde los temas deben estar muy claros.
La tercera fase es el tratamiento del texto final, que debe plasmarse en un acuerdo. Este si debe ser público en todos sus puntos y aprobado por los organismos democráticos autonómicos, nacionales e internacionales del máximo nivel. Canarias, España, Europa y necesariamente la ONU deben dar el respaldo a el tratado.
Los objetivos irrenunciables de Canarias deben ser los límites claros de sus aguas, por lo que se refiere a la mediana, y sus zonas de distintos dominios. A su defensa y protección contra el terrorismo. A sus relaciones comerciales y de convivencia con sus estados vecinos, y sobre todo al control de los movimientos migratorios que evite muertes, ordene tránsitos y permita el tratamiento de la acumulación y atención a migrantes de forma acorde con nuestras posibilidades de frontera Española y Europea. 50 millones de compensación y porque no 100 y porque no 45. A cuanto está el precio ¿por unidad?

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