El pleno del Parlamento de Canarias reivindicó ayer “una atención integral y de calidad, un acceso universal y en condiciones de igualdad a los servicios de atención y prevención” con motivo del Día Mundial de la Salud Mental. Este año, bajo el lema Dale like a la salud mental. Por el derecho a crecer en bienestar.
La declaración institucional señala que la salud mental “es una realidad demasiado grave, demasiado dura, como para que una fecha como la de hoy pueda pasar desapercibida por todo lo que significa, por lo mucho que encierra y, sobre todo, porque esta fecha, este día, es solo un intento por recordar un problema que sufren millones de personas en el mundo los 365 días del año”.
La OMS indica que uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años padece algún trastorno mental; la mitad de esos problemas aparecen antes de los 14 años; uno de cada cuatro jóvenes declara haber tomado psicofármacos, y nueve de cada 100 dice haber experimentado ideas de suicidio continuamente o con frecuencia.
La línea de atención a la conducta suicida, el 024, experimenta en los últimos tiempos una alta demanda.
Canarias es la quinta comunidad de España que más recurre a servicios como los de Cruz Roja para solicitar atención psicológica por malestar emocional relacionado con ansiedad, estrés o depresión, y las consultas realizadas por menores de edad se han multiplicado por cinco. “La pandemia de COVID, los efectos socioeconómicos derivados de la erupción en La Palma o la guerra en Ucrania son circunstancias que complican la estabilidad emocional y mental en Canarias, donde casi el 30% de la población padece algún problema de salud mental”, dijo.
Reconoce que el 71% de personas con psicosis en el mundo no recibe ningún tipo de atención y esta realidad se agrava en aquellos países donde los ingresos son más bajos, donde solo el 12% puede acogerse a alguna cobertura.
En cuanto a la depresión, solo un tercio de las personas que la sufre recibe cuidados formales, mientras que de un tratamiento mínimo solo se beneficia entre el 3% y el 23% de los afectados en países ricos o medio-bajos. Existe un “realidad muy desigual” debido a las muchas circunstancias que hay en torno a la salud mental por cuestiones económicas, de género, educacionales, edad o geográficas.
Promoción
“Resulta imprescindible la implantación de medidas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental y de sus familias”, señaló. Por ello, es “obligación de las instituciones” promover la salud mental entre la población y la defensa de sus derechos.
“Podemos ser todos, cualquiera de nosotros. Puede ser nuestro padre, nuestra madre; pueden ser nuestros hermanos o hermanas. Pueden ser nuestros hijos, nuestras hijas”. Debemos implicarnos en un “cambio de visión necesario, pero posible”.
Además, exigió “acabar con estereotipos y estigmas” históricamente asociados a las personas con problemas de salud mental. “Cualquiera puede verse afectado por las circunstancias que le toquen vivir”, insistió.
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