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Sorpresa en el cierre de audiencias por la insurrección en el Capitolio

El comité vota unánimemente a favor de citar a Trump a testificar
Sorpresa en el cierre de audiencias por la insurrección en el Capitolio
Sorpresa en el cierre de audiencias por la insurrección en el Capitolio. DA

Las audiencias para investigar el ataque al Capitolio de EE. UU. el 6 de enero de 2021 llegan a la recta final después de 14 meses con una nota inesperada al producirse un desafío sin precedentes que, según los miembros del comité, es ineludible antes de concluir su labor: una citación al ex presidente de Estados Unidos para que testifique en virtud de su comportamiento el día de los hechos, recalcando que la violencia del 6 de enero fue el resultado directo y predecible de las decisiones de Donald Trump tras haber perdido la reelección.

Las pruebas

Entre las conclusiones presentadas por el comité hay un memorando que sugiere que el plan de Trump de declarar robadas las elecciones en caso de perder era una estrategia premeditada tramada incluso antes de que los votantes acudieran a las urnas. Además, el comité presentó aproximadamente un millón de correos electrónicos y otros mensajes que mostraban que el Servicio Secreto de EE. UU. fue advertido repetidamente sobre la posibilidad de violencia antes del 6 de enero, y que Trump persistió en presionar para unirse a la turba mientras asediaba el Capitolio de EE. UU. Hay nuevos indicios públicos de que el Departamento de Justicia está llevando una amplia investigación criminal sobre cómo Trump y sus asesores manejaron el período posterior a las elecciones. El registro del FBI en Mar-a-Lago reveló que la responsabilidad legal más urgente del expresidente puede provenir de su gestión de documentos clasificados después de dejar el cargo.

Pese a saber que había perdido las elecciones, Trump se aferró a teorías de conspiración y falsedades para negar la realidad; presionó a funcionarios republicanos y las agencias gubernamentales, incluido el Departamento de Justicia, e incluso al vicepresidente Mike Pence, para que tomaran medidas potencialmente ilegales para ayudarlo a permanecer en el cargo.

El comité ya había presentado evidencia de cómo Trump decidió pasar horas esa tarde viendo cómo se desarrollaba la violencia en la televisión en la Casa Blanca y rechazando las súplicas de que hablara y llamara a la paz. Mientras tanto, los líderes del Congreso reaccionaron de manera muy diferente, según un video que se emitió por primera vez esta semana en el que se muestra a la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi, y otros líderes, incluidos los republicanos, trabajando por teléfono para coordinar una mayor respuesta de la policía y la Guardia Nacional y reactivar la sesión interrumpida en el Congreso. Según el diario The Washington Post, se podía ver a Pelosi hablando con el vicepresidente por teléfono en altavoz cuando Pence le informó de que la seguridad pronto despejaría el edificio, para que el Congreso volviera a la acción, a lo que ella respondió “Muchas gracias, señor vicepresidente. Buenas noticias”.

¿Testificará Trump?

Lo más probable es que no. Trump inmediatamente atacó el panel y está prevista una larga batalla judicial para evitar que el ex mandatario se siente en el banquillo, lo que proporcionará tiempo suficiente para que la Cámara cambie de manos tras los próximos comicios de este noviembre. El comité enfrenta varios obstáculos al intentar obligar a Trump a testificar, entre ellos, el expresidente puede impugnar la citación en los tribunales, argumentando que el legislativo no puede obligar al ejecutivo a declarar. Por su parte, el expresidente no dijo si cumplirá con la citación del comité selecto de la Cámara en su extensa respuesta publicada en su red social Truth Social.  En una carta dirigida al presidente del comité, el representante demócrata Bennie Thompson de Mississippi, el expresidente insistió en las afirmaciones fraudulentas de que las elecciones de 2020 fueron robadas y que labor del comité debería haber sido investigar estas afirmaciones. Trump culpa a Muriel Bowser, alcaldesa de Washington DC, y a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, por no haber puesto en marcha a la Guardia Nacional, aún a sabiendas de que la presidenta de la Cámara no está a cargo de la seguridad del Capitolio, ya que dicha responsabilidad recae en la Directiva de la Policía del Capitolio, que supervisa a la Policía del Capitolio de EE. UU. y aprueba las solicitudes de asistencia de la Guardia Nacional. Trump también proporcionó una serie de archivos que incluyen fotografías aéreas de las multitudes en el mitin del 6 de enero de 2021 y una lista de supuestos problemas electorales en varios estados.

Incluso si llegara a comparecer, Trump puede acogerse al derecho a guardar silencio que le otorga la Quinta Enmienda de la Constitución estadounidense, concebida con el propósito de evitar la autoincriminación, y después de ver a Trump acogiéndose descaradamente a ese derecho en un tribunal en Nueva York, en el que se negó a hablar 440 veces durante 6 horas, experiencia no le falta.

¿Qué ocurre si se niega?

Si Trump se niega a cumplir con la citación la Cámara en pleno, que está controlada por los demócratas al menos hasta enero, podría votar para declararlo en desacato al Congreso, algo que se ha hecho con varios otros testigos que no cooperaron. Después de una referencia de desacato al Congreso, el Departamento de Justicia podría iniciar un juicio, como hizo con el exasistente de Trump, Steve Bannon, y planea hacerlo con su otrora asesor económico, Peter Navarro. Si es declarado culpable, Trump teóricamente podría enfrentar un mínimo de 30 días en la cárcel. No obstante, Trump tiene mayores preocupaciones en los tribunales que una condena por desacato.

Precedentes

Si bien otros presidentes y expresidentes han testificado ante comités del Congreso, siempre lo han hecho voluntariamente.  Gerald Ford como presidente ante un subcomité de la Cámara sobre su decisión de indultar al expresidente Richard Nixon en 1974. Ford luego testificó como ex presidente en 1983 ante un subcomité del Senado. Esa audiencia, hace 39 años, fue la última vez que un presidente respondió preguntas de los legisladores en el marco del comité, según la Oficina Histórica del Senado y la Biblioteca del Senado.

El presidente Thomas Jefferson se negó a comparecer en el juicio por traición del ex vicepresidente Aaron Burr a pesar de que fue citado por el entonces presidente del Tribunal Supremo John Marshall. Jefferson finalmente proporcionó algunos documentos. Burr finalmente fue absuelto.  El presidente Bill Clinton eludió una citación al presentarse voluntariamente ante los investigadores de Whitewater en 1994.

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