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Una calle para los hermanos Ríos

Santa Cruz reconocerá a los cineastas dando su nombre a una calle, que los creadores esperan que sea la misma en la que nacieron y pasaron su infancia en el barrio Salamanca
Una calle para los hermanos Ríos
Los hermanos Ríos (centro) junto a los amigos del barrio Salamanca con los que crecieron en la infancia y con los que siguen en contacto. Sergio Méndez

El intenso olor a malta que recorría el barrio de Salamanca en los años 60 es uno de los recuerdos más nítidos que acompaña al cineasta Teodoro Ríos. El aroma procedía de la fábrica que su abuelo tenía en uno de los tres edificios que poseía en el barrio. Teodoro y su hermano Santiago, junto a sus padres, vivían en otro de los inmuebles. Y es que los hermanos Ríos, como todo el mundo conoce a los creadores más representativos del cine canario, nacieron y disfrutaron parte de su infancia en un barrio en el que hoy siguen manteniendo firmes amistades, y que, ayer mismo, quisieron acompañarlos en las fotos que pueden verse en este reportaje.

Si se habla de cine canario, irremediablemente se tiene que hablar de los hermanos Ríos, los mismos que, a través de su filmografía, han sabido captar la idiosincrasia de un pueblo con obras como Guarapo, que 34 años después de su estreno, sigue proyectándose y atrayendo la mirada de nuevas generaciones. Sin ir más lejos, este septiembre, en Cuba, se proyectó en el Festival de las Artes San Canarias de Cuba, y el pasado lunes fue el TEA el que ofreció un pase de la película. Mambí y El Vuelo del Guirre completan la trilogía iniciada con Guarapo, en la que hablan de las constantes de los habitantes de las islas a través de su historia, esto es, la necesidad que han tenido los canarios de emigrar a otros países, principalmente Cuba y Venezuela, en busca de una vida mejor, como ellos mismos hicieron junto a su padre, el pintor Teodoro Ríos, al emigrar a Cuba.

Su trabajo ha sido reconocido en múltiples puntos del Archipiélago, especialmente en Gran Canaria, sin embargo, en Tenerife no han recibido aún ningún homenaje por una trayectoria marcada por sus ganas de recuperar la memoria de los canarios. Pero eso va a cambiar gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que ha decidido ser el primero en concederles un reconocimiento a su trayectoria cinematográfica, pero también a la importante aportación que uno de ellos, Teodoro Ríos, hizo a Santa Cruz, y que no fue otra que fundar la Asociación de la Gesta del 25 de Julio, cuya representación ya es toda una tradición en la capital. En ese expediente de honores que ya está casi concluido, se les concede una calle en el callejero municipal.

Una calle para los hermanos Ríos
Santiago (i) y Teodoro Ríos delante del número 70 de la actual calle de Los Sueños, donde nacieron. S. Méndez

Como no podía ser de otra forma, los hermanos Ríos han pensado de forma inmediata en la calle de su infancia, la que los vio nacer, jugar los boliches, y la que sigue conservando ese número 70 en el que nacieron, y al que volvieron tras regresar de Cuba, y que hoy es la calle de Los Sueños.

Sin embargo, al ser una calle que ya tiene nombre, han de contar con el apoyo de los vecinos de la misma. La Asociación La Arboleda se ha prestado a darles ese apoyo, puesto que comparten el orgullo que sería para el barrio contar con una calle que lleve el nombre de los cineastas, como ya se reconoce por ejemplo a Domingo Pérez Minik, o a los arquitectos Saavedra y Díaz- Llanos, calles que también tenían un nombre antes de proceder a su cambio.

DIARIO DE AVISOS ha repasado con Teodoro Ríos lo vivido en un barrio en el que aún conservan a los amigos que hicieron en su juventud, los que les ayudaron a sobrellevar el impacto de pasar de un país como Cuba, con colegios laícos y bilingues, televisión en color y autos por todas partes, a aun país sumido en una dictadura llena de oscuridad.

“Cuando volvimos de Cuba, mi hermano con 9 años y yo con 13, lo hacemos a casa de mis abuelos, al número 70 de la que hoy es la calle Los Sueños, un lugar en el que tuvimos una infancia fantástica”, rememora Teodoro Ríos. Y la tilda de fantástica a pesar de la “impresión” que supuso regresar a un país como el que era España, y particularmente Canarias en 1959. “Veníamos de un país que en el año 59 era de los más avanzados del continente, que era la segunda economía de América, después de Estados Unidos”, detalla.

Una calle para los hermanos Ríos
Santiago Ríos (2º i) y su hermano Teodoro (de rodillas delante de él) con los amigos del barrio Salamanca. DA

Aunque en Cuba también había una dictadura, la de Fulgencio Batista, el nivel de corrupción era tan alto, recuerda el cineasta, que cualquier cosa se podía comprar, hasta la democracia.

Para ellos pasar a estar bajo la dictadura española fue un shock. “Ten en cuenta que nosotros pasamos de un colegio laico a uno en el que la religión era obligatoria, donde te pegaban con reglas especiales, había castigo físico. Todo era un atraso, sin televisión, ni supermercados…” rememora.

Fueron los amigos del barrio Salamanca los que los ayudaron a él y a su hermano a superar ese cambio tan brusco. “Volvemos a un pasado que habíamos dejado atrás. Aquello inicialmente fue un shock, pero después nos fuimos haciendo gracias a los amigos que hicimos en el barrio. Estos amigos siguen siendo entrañables, con los que, hasta hoy en día, seguimos guardando la amistad”.

“Recuerdo como jugábamos a los boliches en la calle, en los baches hacíamos los gongos, porque no había casi coches, en Cuba eso no podíamos hacerlo. También me acuerdo de las chicas bajando por la calle cantando las canciones de la época y las primeras navidades, con los villancicos, y también nuestras primeras fiestas de San Juan”, rememora.

Los hermanos Ríos conservan las amistadas ganadas. Las mismas que hoy celebran que una calle de su barrio pueda llevar el nombre de Cineastas Hermanos Ríos.

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