La construcción de la estación espacial china Tiangong ha recibido más atención por la caída descontrolada de sus cohetes que por el propio montaje. Las lanzaderas Long March 5B que han transportado cada uno de los módulos de la estación han regresado de forma descontrolada. Este fin de semana se espera que ocurra una vez más aproximadamente a las 3:21 del sábado, hora de España, pero no se sabe dónde caerá con seguridad.
Aún es pronto para determinar la zona en la que los restos del cohete, que pesa 23 toneladas en total, caerán envueltos en llamas como ha ocurrido las anteriores veces. Pero sí se ha determinado que la reentrada en la atmósfera ocurrirá el viernes 4 de noviembre a las 10:21 p.m. ET.
El Long March 5B despegó del Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang en Hainan el lunes 31 de octubre. Su misión era colocar el tercer módulo, Mengtian, en la estación espacial. Este es el último módulo de la estación, a la que solo le faltaría recibir la versión china del telescopio Hubble de la NASA, Xuntian se lanzará a principios de 2023 y puede que de nuevo haya una alerta por un cohete descontrolado.
Dónde caerá
En julio, entre 5 y 9 toneladas de otro Long March 5B se estrelló contra el océano Índico después de sobrevivir a la atmósfera terrestre, algunos restos se localizaron en Malasia. En abril un anterior Long March 5B cayó en el océano Índico. Solo en 2020, tras el primer lanzamiento de este tipo de cohetes las partes del vehículo supuestamente cayeron en Costa de Marfil.
Puesto que la superficie terrestre es mayoritariamente agua, lo más probable es que los restos que no se calcinen en el aire caigan en mares u océanos, pero como muestra el siguiente mapa, el 88% de la población está en riesgo ahora mismo. A medida que se aproxime la hora fijada será posible acotar más la zona de la caída. La actualización de los datos se puede seguir a través de cuentas como la The Aerospace Corporation.
Los expertos aseguran que es más probable que a una persona le toque la lotería que el hecho de resultar herida por alguno de los restos de esta inmensa nave. No es necesario que la gente se resguarde en sus casas ni sienta pánico, pero sí se refleja una cierta intranquilidad antes esta dinámica elegida por China, más ahora que está aumentando su actividad espacial por su cuenta.
Sin control
Por lo general, los cohetes regresan a la Tierra de forma controlada sobre algún océano, gracias al uso de los motores que se encienden para dirigirlos hacia su final. Cuando la Estación Espacial Internacional termine su vida, se dirigirá intencionadamente contra el llamado cementerio espacial, una zona del Pacífico Sur muy alejada de cualquier terreno habitado.
También existen los cohetes reutilizables de SpaceX que regresan y aterrizan sin destruirse para volver a servir en futuras misiones. Sin embargo, China no ha optado por ninguna de estas opciones y, tras soltar la carga, se permite que permanezca arriba hasta que el arrastre de la gravedad terrestre lo atrae haciendo que caiga de forma descontrolada.
Hasta ahora, estos sucesos no han supuesto daños graves, pero es una dinámica arriesgada. Según señala el medio Space.com, Marlon Sorge, Director Ejecutivo del Centro de Estudios de Residuos Orbitales y de Reentrada de The Aerospace Corporation, que no existen leyes ni tratados que rijan lo que se permite hacer en términos de reingreso”.