El abortado intento de fuga por parte de Mukesh D., el principal investigado por el chiringuito financiero denominado Tradex que da nombre a uno de los mayores escándalos económicos acaecidos en Santa Cruz de Tenerife por lo que respecta a este siglo, se financió en parte gracias a una cuenta abierta en Lituania, presumiblemente con los fondos que ahora reclaman los centenares de incautos que confiaron su dinero a lo que en realidad todo apunta a que no era más que la clásica estafa piramidal o sistema Ponzi, dicho sea en argot más técnico.
Así se recoge en el auto dictado el pasado domingo por la titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Santa Cruz de Tenerife, que obra en poder de DIARIO DE AVISOS y por el cual se levantó el secreto de sumario sobre este asunto y en el que dicha jueza da por probado que la pareja sentimental de Mukesh, de nombre Cecilia e igualmente imputada por este caso, conocía que pretendía eludir sus posibles responsabilidades refugiándose en Dubai, donde finalmente fue arrestado por mor de una Orden de búsqueda y captura internacional acordada por dicho órgano judicial.
En dicho auto se reconoce además que al menos 136 afectados (la inmensa mayoría vecinos de la capital tinerfeña y allegados, más allá de una veintena captados en Gran Canaria), ya han reclamado judicialmente lo que se les adeuda, y que el ‘agujero’ provocado es cercano a los tres millones de euros.