Por una aplastante mayoría de 494 votos a favor, 58 en contra y 44 abstenciones, el Parlamento Europeo ha designado este miércoles a Rusia como Estado promotor del terrorismo, tal y como viene reclamando el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
La declaración no tiene ninguna consecuencia práctica inmediata por la falta de competencias de la Eurocámara en política exterior, pero constituye un fuerte gesto político de apoyo a Ucrania en la guerra de agresión del Kremlin.
La resolución original fue presentada por los Conservadores y Reformistas Europeos, el grupo de derecha radical liderado por el partido gubernamental polaco Ley y Justicia (que defiende una línea de máxima dureza contra el Kremlin), al que pertenece también Vox. El texto ha contado además con el apoyo del Partido Popular Europeo y los liberales de Renew, así como de socialistas y verdes.
“Los ataques deliberados y las atrocidades llevados a cabo por la Federación de Rusia contra la población civil ucraniana, la destrucción de infraestructuras civiles y otras violaciones graves de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario constituyen actos de terror contra la población ucraniana y crímenes de guerra“, sostiene la resolución.
Por todo ello, la Eurocámara “reconoce a Rusia como un Estado promotor del terrorismo y como un Estado que utiliza medios terroristas”. En el debate previo a la votación, el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, dijo que toma nota de la decisión pero recordó a los parlamentarios que “la UE no cuenta con un marco legal para designar a un tercer país como Estado promotor del terrorismo”.
El Parlamento Europeo es la primera institución comunitaria que designa a Rusia como un Estado terrorista. Hasta ahora, los parlamentos de Lituania, Letonia, Estonia, Polonia y República Checa o la asamblea parlamentaria del Consejo de Europea ya han aprobado resoluciones en la misma línea. Pero los líderes europeos se resisten a dar un paso similar por miedo a escalar todavía más el conflicto con Moscú.
En línea con lo que denunciaba Borrell, la resolución de la Eurocámara reclama a los Gobiernos que elaboren un marco jurídico para la designación de Estados como promotores del terrorismo, lo que debería traducirse en un paquete de sanciones importantes contra esos países. Rusia tendría que ser uno de los primeros en figurar en esta nueva lista negra.
Estados Unidos sí cuenta con un instrumento legal específico para designar a los Estados que “han brindado apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional”. En la actual, figuran en la lista Cuba, Irán, Corea del Norte y Siria. La inclusión significa restricciones a la ayuda exterior, la prohibición de exportar material militar a estos Gobiernos, controles a las tecnologías de doble uso civil y militar y sanciones financieras.
Sin embargo, el presidente norteamericano, Joe Biden, ha rechazado nombrar a Rusia como Estado promotor del terrorismo. Su portavoz explica que esta medida “no es el camino más eficaz o más sólido” para “hacer que Rusia rinda cuentas”. La designación obstaculizaría la entrega de ayuda a partes de Ucrania destruidas por la guerra y pondría en riesgo el acuerdo patrocinado por Naciones Unidas y Turquía para permitir la salida de cereales desde puertos ucranianos.
La resolución aprobada por la Eurocámara pide a los Gobiernos de la UE que aprueben un noveno paquete de sanciones contra el Kremlin y que “adopten medidas para iniciar un completo aislamiento internacional de la Federación de Rusia”. Los eurodiputados reclaman además incluir a la red de mercenarios del Grupo Wagner ruso en la lista de organizaciones terroristas de la UE.
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