Juan Carlos Cordero ya prepara su salida del CD Tenerife. El aún director deportivo blanquiazul ofrecerá la próxima semana una rueda de prensa a los medios de comunicación que servirá para dos cosas: para despedirse de la entidad en la que ha estado trabajando durante dos años y diez meses y para explicar los motivos que le han llevado a tomar la decisión de irse, una idea que comunicó por primera vez en el mes de agosto, justo después del Eibar-Tenerife, el primer partido liguero de la presente temporada.
Fue en agosto cuando Miguel Concepción empezó a comunicar al personal del club el cambio accionarial que se iba a producir. Juan Carlos Cordero había renovado su vinculación con la entidad recientemente y este giro accionarial no casaba con lo que había acordado y cerrado con el ya expresidente.
La entrada de Juan Carlos Garrido y de su equipo de trabajo conllevaría un cambio en su método de trabajo, que hasta ese momento ejecutaba en base a su método y con total independencia. Por eso empezó a ofrecer una salida pactada, circunstancia a la que siempre se han negado los directivos, tanto los que ya han salido como los que mandan ahora en la entidad.
El tiempo le da dado la razón y ya se han producido casos de claras injerencias en la gestión deportiva del equipo. La mayor evidencia fue la negociación que se mantuvo con Elady Zorrilla y Enric Gallego, a los que el máximo accionista del club le ofreció la renovación sin que tanto Cordero como Ramis fueran conocedores.
A pesar de este tipo de situaciones desagradables, el director deportivo siguió llevando a cabo su trabajo, aunque paralelamente manteniendo su idea de irse. Una propuesta que fue comunicando a todos los miembros del consejo de administración, a los empleados de la institución, al cuerpo técnico y a la plantilla de futbolistas.
No obstante, ya lleva algunas semanas apartado de la toma de decisiones. Su salida inminente de la entidad ha provocado la pérdida de su poder ejecutivo. Es José Miguel Garrido, y su grupo de trabajo, el que está gestionando directamente los refuerzos que el equipo necesita. Ramis está al corriente de sus pasos, puesto que hay comunicaciones habituales.
