El programa VioGen, el sistema donde confluyen los esfuerzos contra la violencia machista de todos los cuerpos policiales del país, tiene en este momento bajo vigilancia 75.000 casos de mujeres que viven con la amenaza de sufrir un ataque por parte de sus parejas o antiguas parejas.
De hecho, hay casi 40.000 policías nacionales, guardias civiles, ertzainas, mossos, policías forales, policías locales y funcionarios públicos de diversos organismos implicados directamente en su protección.
Son datos ofrecidos por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante su intervención en Las Palmas de Gran Canaria en un congreso dedicado a debatir las distintas violencias que sufren las mujeres, en el que ha resaltado el papel referente de VioGen.
Ese sistema, añadió el ministro, es “un modelo único en el mundo y la referencia en la que se fijan países de los cinco continentes para articular sus propios sistemas de respuesta institucional a la violencia machista”.
Trabajo
Desde que se puso en marcha en 2007, VioGen ha monitorizado 720.000 casos de violencia contra la mujer y ha proporcionado un plan de seguridad personalizado para 630.000 mujeres o menores.
Para Grande-Marlaska, la violencia de género “es un asunto de tal gravedad que no caben complacencias”, lo que ha llevado al Ministerio del Interior a introducir modificaciones para mejorar los procedimientos e incorporar las novedades incluidas en el Pacto de Estado contra este tipo de delitos. “Así hemos logrado transformar el tradicional enfoque reactivo en otro más proactivo y vertebrador de todo el sistema”, explicó el ministro, quien mencionó entre sus preocupaciones inmediatas los homicidios de menores cometidos en el ámbito de la violencia de género.
Estudio
“Para mejorar la capacidad de detección de los casos que puedan derivar en este desgraciado desenlace, hemos iniciado un amplio estudio pionero que pretende conocer en profundidad los hechos, circunstancias, agresores y víctimas”, señaló el ministro.
Respecto al informe de Amnistía Internacional sobre lo sucedido el pasado 24 de junio en la frontera de Melilla, Grande-Marlaska expresó su respeto por el trabajo de dicha ONG, pero discrepa por completo de su informe sobre las muertes ocurridas aquel entonces, porque cree que se basa en “conjeturas y suposiciones”.
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