visiones atlánticas

Benedicto XVI

Murió el último día del 2022 Joseph Ratzinger, nacido en 1927 en la Alta Baviera, la Alemania católica. El papa 265 en el trono de Pedro, 2.000 años de la iglesia católica, capaz de mantener su mensaje, con una doctrina adelantada a los cambios sociales. Engloba las tensiones a su interno, reflejo de la realidad de cada tiempo. Su retirada en vida, luego de su mandato de 2005 a 2013, novedad desde 1294 con la renuncia de Celestino V. Diez años más como emérito en el recinto del Estado Vaticano. La dimensión de los papas católicos también es terrenal, iglesia con estado propio e influencia sobre 1250 millones de católicos, la mitad de los cristianos, cuya libertad religiosa entra a menudo en conflicto con sus estados. Francisco le ha dado un nuevo enfoque, acomodado a las lógicas de la realpolitik. No podemos entender la figura de Benedicto XVI, al margen del santo papa que le precedió, Juan Pablo II; Karol Wojtyla, Polonia 1920-Ciudad del Vaticano 2005, papa durante 27 años desde1978. En la política mundial figura determinante en la caída de los regímenes comunistas, del Muro de Berlín en 1989 y la reunificación alemana en 1990, en unión con Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Ambos venían de la experiencia del Concilio Vaticano II (1965), donde acude el joven teólogo Ratzinger, asesorando al cardenal de Colonia, Joseph Frinz. Juan Pablo II desplegó las doctrinas del Concilio, con la nueva evangelización, el ecumenismo con el resto de las religiones del mundo, el compromiso ético y social que niega el hedonismo, el relativismo y la insolidaridad. La lucha por la paz y las desigualdades. Mantuvo el rigor doctrinal contra la Teología de la Liberación y en el otro extremo contra las doctrinas de monseñor Léfebre. Luego de ser obispo en Munich y Frisinga, fue llamado por el Papa en 1981 como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La iglesia se posicionó contra la Teología de la Liberación, excomulga a Hans Kung y a Leonardo Boff. Condenados por sus graves desviaciones ideológicas, que traicionaban la causa de los pobres. Negó la lucha de clases como motor de la historia. En 1985 excomulgó el papa a Ernesto Cardenal, ministro del primer gobierno Sandinista. Fue Ratzinger quien dio solidez doctrinal a la encíclica de Juan Pablo II, Fe y razón”: “No hay razón que no anide en el corazón del hombre, en el deseo de conocer la verdad. Jesucristo asume la humanidad, la fe y la razón”. Donde sitúa la inviolable dignidad del individuo, iguales ante la ley con responsabilidad personal. La razón por encima de las confusas emociones. El marxismo no admite la verdad del hombre. De esta época sus libros, Sobre algunos aspectos de la Teología de la Liberación (1984) y Sobre libertad cristiana y liberación (1986). Rafael Navarro Valls, Cartagena 1940, catedrático de Derecho Canónigo por la UCM, portavoz de Juan Pablo II, ensalza la figura excepcional de Benedicto XVI, que ya es consciente que los dos tercios de sus fieles proceden de Iberoamérica, Asia y África. La mayor amenaza que enfrenta la iglesia es una “dictadura mundial de ideologías aparentemente humanistas”, en lo políticamente correcto. Introdujo la santidad en el núcleo de su mensaje. Superó las crisis con otras religiones y el penoso asunto de los abusos sexuales. Apostó por una exigente preparación espiritual, humana e intelectual de los gobernantes de la iglesia. Por una renovación cultural y espiritual de Europa, cuya constitución es huérfana de los principios culturales del cristianismo. La familia como reducto de la abolición de lo humano. Contra el “relativismo y el multiculturalismo”, de los nuevos marxismos., que pretenden imponerse a las democracias liberales de igualdad, libertad y fraternidad. Destruir los valores que conforman la fe y la razón. Donde se integra el núcleo de la libertad individual, que tantos atacan. Benedicto XVI será santo.

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