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El jurado cree que el acusado de matar a su tía en La Laguna lo hizo a traición

Los miembros del jurado creen que el procesado empujó a la mujer de 81 años por unas escaleras, luego la llevó a la cama y la acuchilló tres veces hasta morir
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El jurado cree que el acusado de matar a su tía en La Laguna lo hizo a traición. DA

Un jurado popular ha determinado por unanimidad que el acusado confeso de acabar con la vida de su tía en La Laguna el 29 de mayo de 2021 actuó a traición y haciendo valer su superioridad física.

Los miembros del jurado creen que el procesado empujó a la mujer de 81 años por unas escaleras, luego la llevó a la cama y la acuchilló tres veces hasta morir. En definitiva, la víctima no pudo defenderse.

En su veredicto no se ha considerado que fuera un caso de violencia de género y tampoco que el encausado actuara por un impulso violento.

El tribunal popular concluye que se trató de un asesinato y no de un homicidio, y, por lo tanto, de una muerte violenta, tal y como determinaron los forenses.

Tras escuchar el veredicto la Fiscalía pide una pena de 23 años cárcel y la defensa, 17.

El acusado no tiene claro si se queda en libertad al haber acabado su prisión provisional, a la espera de que la pena sea definitiva.

Estas son las conclusiones después de cuatro días de juicio en el que la cuestión principal era aclarar si el fallecimiento fue fortuito a causa de un arrebato o se llevó a cabo de forma intencionada.

En el primer caso la pena llegaría a un máximo de 15 años y en el segundo, a 25.

La mujer primero cayó por unas escaleras y luego fue llevada por el agresor a la cama, o quizás llegó por sus propios medios, donde su sobrino le asestó tres puñaladas, una de las cuales le afectó a la aorta y fue mortal.

Sin embargo, los peritos indicaron que las heridas de la caída no tenían entidad como para acabar con su vida.

La defensa cree que el acusado actuó bajo los efectos de un arrebato puntual fruto de la pelea que surgió entre ambos, y que no la empujó sino que cayó por las escaleras de forma no premeditada.

Durante la vista se intentó demostrar que la relación entre ambos no era tan mala como se presentaba por la acusación e incluso algún vecino vio cómo el acusado asumía tareas de la casa.

Declaraciones a las que el jurado no da credibilidad alguna.

Martín vivía en la azotea de su tía después de haber sido expulsado de su propia casa por su madre tras haberla agredido y aunque al principio la convivencia en su nueva vivienda era buena, al poco tiempo empezaron a surgir las peleas que desencadenaron en lo ocurrido aquel día.

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