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La llegada de Sus Majestades de Oriente a Santa Cruz desborda de ilusión el estadio

El Heliodoro Rodríguez López registra una cifra récord de asistentes, 17.500 personas, que recibieron a Melchor, Gaspar y Baltasar después de tres años sin poder hacerlo por culpa de la pandemia
Foto: Sergio Méndez

Muchos de los niños que ayer asistieron al recibimiento de los Reyes Magos en el estadio Heliodoro Rodríguez López lo hacían por primera vez a sus seis años. La pandemia les había robado, hasta ayer, la posibilidad de disfrutar en directo de un espectáculo en el que Melchor, Gaspar y Baltasar recogieron las últimas cartas de esos miles de niños que ayer los veían en persona por fin. También descubrieron la alegría de la calle con la Cabalgata, que comenzó tras el espectáculo del estadio.

Ashley, a sus siete años, esperaba entusiasmada por su rey preferido, Gaspar. Junto a ella, Susana, de nueve, que esperaba al suyo, Baltasar, que es el mismo que el de Julieta, de seis, a quien le encanta el colar de la piel de Su Majestad de Oriente. Todas aseguraron haberse portado muy bien, cruzando miradas cómplices con sus padres, y todas afirmaron que no habían pedido muchas cosas. De nuevo la mirada cómplice con sus padres las delataba. La grada estaba repleta de familias en las que era difícil distinguir quién tenía más ilusión por ver a los Reyes Magos, si los hijos o los padres.

Las ganas por recuperar la normalidad hicieron que el acto de recibimiento de ayer fuera el más multitudinario en la historia de este espectáculo, con 17.500 espectadores. Desde el Ayuntamiento de Santa Cruz se recordó que el aforo completo del estadio es de 22.000 personas, y que se vendieron solo 18.000 entradas por seguridad. Ayer solo fallaron 500 personas, todo un récord.

Tal y como reconocía el alcalde, José Manuel Bermúdez, “se ha recuperado la magia del estadio”. El regidor admitía que “este es uno de los actos más bonitos que me toca como alcalde, en el que hay una energía positiva que lo inunda todo de ilusión”.

Bermúdez fue el encargado de recibir a Sus Majestades, que llegaron al estadio pasadas las seis y media de la tarde, después de que el helicóptero del Batallón de Helicópteros de Maniobras BHELMA VI del Ejército de Tierra, con base en Los Rodeos, pasara por encima del estadio para anunciar su llegada.

Antes, a las 17.00, dio comienzo el espectáculo de Las fábricas de Babayán 3.0, puesta en escena por la compañía Timaginas Teatro, y en el que los entrañables personajes Balto, Zenda, Matilda, Giorgina o Martina, que durante dos años solo pudieron verse a través de la pequeña pantalla, ayer se materializaron sobre el césped del estadio.

El villano don Ramón fue el encargado de sembrar la incertidumbre en esta fantasía, amenazando con cambiar los regalos de los más pequeños por carbón. Los niños y niñas presentes en el estadio gritaron con ganas para evitar que los regalos desaparecieran, y todo a pesar del sonido, que es una de las cosas a mejorar.

Junto a los personajes, un elenco compuesto por más de 700 bailarines y figurantes llenaron el terreno de juego. Los grupos los grupos coreográficos En Paralelo Danza, Crew of Dreams, Loli Pérez, Latin Salsa, Tenerife Dance Proyect, Rebeca García, ONYS, Ballet Dance, Funkiguachi, Crazy Dancer, Ibaute y Moana fueron los encargados de animar al público con sus bailes. Las niñas, la mayoría lo eran, de todas las edades, mostraron sus ganas de hacerlo bien y de disfrutar al mismo tiempo.

Con la entrega de la llave mágica de la ciudad a los Reyes Magos, estos iniciaron su paseo real por el estadio recogiendo cartas, dando besos, abrazos, y posando para muchas, muchísimas fotos. Los más pequeños asistían asombrados, algunos; sin parar de hablar, otros, pero todos con la ilusión reflejada en sus caras, la de quien aún cree firmemente en que los sueños se pueden cumplir escribiéndolos en una papel y entregándoselos a su rey favorito.

Tras el espectáculo en el estadio, los Reyes enfilaron la calle para dar comienzo a la Cabalgata, que también registró una cifra récord de asistentes, con cerca de 100.000 personas distribuidas a lo largo del recorrido del desfile real por las calles del centro de Santa Cruz.

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