Los portavoces de los grupos de la oposición en el Parlamento de Canarias sacudieron ayer el andamio desde el que Ángel Víctor Torres repasaba las obras del cuatripartito en un intento de tumbar sus argumentos a unos meses de las elecciones.
El primer empujón lo pegó José Miguel Barragán (CC-PNC-AHI). “La Canarias real es la que padece la mayor pobreza severa de España”, profirió. “Seis de cada diez canarios no llegan a final de mes, el crecimiento del empleo oculta a los fijos discontinuos y el paro juvenil ronda el 60%”, dijo. Barragán acusó al presidente autonómico de haber dejado una Canarias “estancada y sin una hoja de ruta”. Si bien reconoció que la legislatura ha sido singularmente compleja, arguyó el Ejecutivo regional “no ha estado a la altura”.
En el examen, endosó un “muy deficiente” en la defensa de Canarias: “Este Gobierno se ha sentado a esperar cómo llegaban los fondos y cuando han llegado no sabe cómo gastarlos”. A pesar, dijo, de haber contado con la mayor recaudación de los últimos años, “no la ha revertido en la sociedad”. A su juicio, “no hace más que mirar al pasado para justificar sus errores”. Barragán expuso que Torres “se ha fallado a sí mismo” y “se ha centrado” en ejercer el poder “sin dar soluciones”. Para rematar la faena, le tiró la pulla de que a los componentes del pacto solo les unía echar a Coalición Canaria: “Lo han hecho bien”. El diputado nacionalista denunció que en las gavetas hay “800 millones de euros pendientes de ejecutar” e insistió en la idea de que se adopten medias de “alivio fiscal”.
Manuel Domínguez frotó la bola de cristal y auguró el fin del ciclo de Ángel Víctor Torres tras los comicios del 28 de mayo. El representante del PP dictaminó que este pacto ha sido un “gran fracaso”, una “gran ruina” y que será recordado por los “escándalos”. El candidato a presidente del Gobierno de Canarias arremetió contra el jefe del Ejecutivo por su espíritu “triunfalista, victimista, hueco y carente de autocrítica”. Se quejó del “menosprecio” que, a su entender, ha recibido el Partido Popular cada vez que ha ofrecido alguna propuesta, como la bajada del IGIC. “El rechazo tajante y, en ocasiones, la burla”, redondeó. Si bien mantuvo su mano tendida, avisó: “Este brazo se empieza a cansar”. Domínguez se comprometió a que, cuando el PSOE “ocupe los sillones rojos”, renovará su “voluntad de consenso” en beneficio de Canarias.
El máximo dirigente del PP canario puso el dedo en la llaga de la sanidad: “Somos la peor comunidad autónoma, con 144 días de espera quirúrgica y 101 días en las consultas de especialistas. Casi 500 personas viven en hospitales con alta médica”. Reprobó que se presente como “una víctima y un mártir de todas las desgracias”, y deploró que “quienes lo han pasado mal han sido los canarios”. Ángel Víctor Torres ha sido, interpretó Manuel Domínguez, “rehén de sus socios” y del “nefasto Pedro Sánchez”.
Por el Grupo Mixto abrió fuego Vidina Espino. La exdiputada de Ciudadanos y, en la actualidad, colaboradora de Coalición Canaria, recriminó a Torres la imagen de su Gobierno, e incidió en que no ha logrado resolver la dependencia o la desigualdad social y haber dejado avanzar los casos Mascarillas y Mediador. Le emplazó a pedir perdón y el presidente trasladó sus disculpas por la implicación de dos exmilitantes del PSOE en la trama de extorsiones.
En el turno dividido, Ricardo Fernández de la Puente (Cs) valoró la evolución de los datos del empleo y el “despliegue progresivo” de los fondos europeos, pero llamó a sacar “la porquería”.