Victoria tan merecida como trabajada. El CD Tenerife tuvo que ponerse el mono de trabajo y las botas de agua para superar al equipo más goleador del campeonato. Se puso de cara el choque en el minuto 11 gracias a un penalti claro transformado por Enric Gallego. A partir de ahí llegó el sufrimiento para luego lograr encaramarse al noveno puesto de la tabla. La intensa lluvia y las muchísimas cartulinas con las que el colegiado castigó a los locales, no fueron suficiente como para que los de Luis Miguel Ramis dejasen de ganar tres puntos fundamentales que los ponen mirando hacia lo alto de la clasificación.
Jeremy Mellot entró en el lugar de Aitor Buñuel. Esa fue la única novedad en la formación inicial para el partido contra el Albacete en el Rodríguez López. En la convocatoria eso sí, y esperando sus primeros minutos como blanquiazules, figuraban los dos únicos refuerzos del mercado de invierno: Kike Salas y Riza Durmisi. La ausencia más notable fue la de Sam Shashoua, quien padece molestias en el muslo izquierdo y no entró en la lista de convocados.
El CD Tenerife comenzó mandando en el marcador desde muy pronto. Apenas tardó once minutos el equipo local en adelantarse en el marcador. Enric Gallego le ganó la disputa a Glauder para controlar un pase desde la derecha de Waldo y el defensor del Albacete cometió penalti claro al derribar al punta blanquiazul, que fue el encargado de tirar la tempranera pena máxima. Inapelable fue el disparo del ariete catalán, que con su zurda elevó el balón a la izquierda de la meta defendida por Bernabé. Nada pudo hacer el meta del ‘Alba’ para detener el buen disparo y que el 1-0 subiese al marcador.
Los siguientes minutos de partido fueron de contención, ya que el cuadro manchego reaccionó al tanto de los locales, quienes además fueron excesivamente castigados por el colegiado de la contienda, Fuentes Molina. Nacho fue amonestado en el minuto tres y después también vieron amarillas Aitor Sanz y José Ángel, es decir, el doble pivote del mediocentro tinerfeñista.
El primer tiempo transcurría mientras la lluvia hizo acto de presencia sobre la capital santacrucera. El nivel de la precipitación aumentó a la par que el Albacete también buscaba con más insistencia la meta de Soriano. Los últimos minutos de la primera mitad fueron de suspense y de paraguas.
Más lluvia y más tarjetas
Durante el descanso calentó Javi Alonso, quien entró nada más reanudarse el juego en sustitución de Aitor Sanz. Pero además, Ramis también retiró del campo a otro jugador con amarilla: Nacho Martínez. Entró Aitor Buñuel, que se fue al lateral diestro, mientras que Mellot se fue al izquierdo. También hubo cambio en el Albacete en el descanso: Djetei sustituyó a Glauder.
Las hostilidades comenzaron con un lanzamiento tan lejano como alto de Gallego. Coincidiendo con este disparo, la lluvia, que había parado en el descanso, reanudó su actividad para pesar de los aficionados.
Mientra, el colegiado seguía a los suyo, castigando injustificadamente a los vestidos de rosa. En el 57 mostró cartulina a Garcés y dos minutos después a Iván Romero. Solo esa última era merecida.
Ramis, a quien el árbitro también advirtió, tuvo que intervenir de nuevo ante el concierto de pito que estaba ofreciendo el trencilla valenciano. En el minuto 66 quitó del césped a Garcés y a Waldo para dar entrada a Teto, quien regresaba tras la lesión, y a Elady.
También realizó doble cambio Rubén Albés para el ‘Alba’. Entraron Juan María y Escriche, quien debuta, y salieron Alonso e Higinio.
Antes de eso Garcés tuvo en sus botas el 2-0. Llegó hasta el fondo de la cocina Waldo y levantó la cabeza para ver la buena posición de un Garcés que, con toda la portería para marcar, tiró el balón a las oscuras nubes santacruceras.
Nada más entrar al campo Elady se llevó la amarilla en la primera falta que cometió. Ni un blanquiazul sin su correspondiente cartulina.
El Albacete fue incrementando su dominio poco a poco. Soriano tuvo que atajar por arriba una buena cantidad de balones. En todos estuvo acertado y le dio tranquilidad a sus compañeros, aunque un resultado tan corto mantenía en el alambre el partido. Los últimos minutos fueron de un completo asedio manchego, pero siempre se encontraron con el inexpugnable cancerbero andaluz que mantuvo su meta imbatida.
Eso, unido al tempranero gol de Enric Gallego, permitieron a los blanquiazules sumar su octava semana consecutiva sin conocer la derrota.