Insisten en que la convivencia es la primera condición para la inclusión educativa

Representantes del Consejo Escolar de Canarias y del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad en Canarias (Cermi Canarias) se reunieron recientemente para avanzar en una inclusión real de los menores y jóvenes con discapacidad en el sistema educativo y valorar el último Informe sobre la realidad educativa de Canarias: Políticas para la igualdad de oportunidades y la equidad educativa realizado por el órgano de participación social y de asesoramiento al Gobierno regional.

Por el Consejo Escolar de Canarias acudieron su presidenta, Natalia Álvarez, y la coordinadora de la comisión que elaboró el Informe, Isabel Teresa Gómez, mientras que por Cermi asistieron su presidenta, Carmen Laucirica, y su secretario, Miguel Ángel Déniz.

Álvarez destacó en la importancia de los recursos y la formación del profesorado, tanto general como dedicado específicamente a la atención a la diversidad. Remarcó la necesidad de coordinación entre las Administraciones Públicas “que gestionan las políticas de menores” para atender sus necesidades.

Recordar que en el apartado de atención a la diversidad, el documento aborda la educación del alumnado con necesidades educativas especiales (NEE), la atención temprana, los Centros de Atención Educativa Preferente, los Centros de Educación Especial, las Aulas Enclave, la Formación Profesional Adaptada y los profesionales de apoyo a las NEAE.

La atención a la diversidad “supone un pilar clave” para el correcto desarrollo de la actividad docente. Actualmente unos 13.000 alumnos tienen Necesidades Específicas de Apoyo Educativo en las islas por lo que considera “prioritario” continuar con la mejora de la ratio y el aumento de recursos para garantizar la calidad de la atención educativa y su inclusión.

Lamentan que las Aulas Enclave que tenían el “objetivo integrar” a este estudiantado en centros habituales “no se produce en todos los casos” debido a que no comparten espacios de comedor, recreo, actividades extraescolares o recogida tardía. “La convivencia es la primera condición para la inclusión” de este alumnado y supone un “problema para la conciliación de las familias”.

Detectó un déficit de infraestructuras y de plazas en Centros de Educación Especial, un problema que afecta a la calidad de vida y educativa de estos estudiantes y a la conciliación familiar. Exigió trabajar en el Programa de Tránsito a la vida adulta, su incorporación a la formación profesional adaptada y en su acceso al empleo adaptado. “El 70% del alumnado diverso ‘desaparece’ del sistema formativo tras acabar la educación obligatoria”.

Por su parte, el Cermi resaltó la necesidad de avanzar en una inclusión real mediante el diseño de una estrategia a largo plazo y de la difusión de las buenas prácticas existentes en algunos centros con el fin de evitar que se tenga que empezar desde cero el camino de la inclusión. Además destacó su Guía de Educación para familiares de alumnado con necesidades educativas especiales (NEE).