Las diligencias que practica el Juzgado de Instrucción Número 4 de Santa Cruz de Tenerife respecto al general retirado de la Guardia Civil Francisco Espinosa Navas, el único investigado por el llamado caso Mediador que se encuentra en prisión preventiva, incluyen un rastreo de sus bienes por hasta siete países, según consta en el sumario del mismo.
Además de Bélgica, cuya Fiscalía Federal ya ha dado su visto bueno a indagar sobre bienes y cuentas a nombre de Espinosa y sus familiares más directos como adelantó DIARIO DE AVISOS el pasado sábado, el rastreo que se lleva a cabo por orden de la titular de dicho juzgado, la magistrada ha cursado instrucciones similares respecto a otros seis estados que son Marruecos, Mauritania, Níger, Malí, Senegal y Cabo Verde.
Respecto al caso de Bélgica, como ya se publicó, los datos que maneja la instructora apuntan concretamente hacia una cuenta bancaria y sus productos financieros inherentes a la misma, pero la Orden de Investigación Europea (OIE) en cuestión, un mecanismo de colaboración judicial aprobado en una Directiva europea dictada en 2014 y adaptada al ordenamiento jurídico español tres años después, incluye también una indagación sobre cualquier propiedad de estas características que tanto Espinosa Navas como sus familiares directos pudieran ostentar como titulares en dicho país.
Localización
En cuanto a las diligencias referenciadas en los otros seis países, todos ellos africanos, la magistrada determina que, en ese sentido, “se insta a la Oficina de Recuperación y Gestión de Archivos (ORGA) en el sentido de llevar a cabo las actuaciones de localización de los bienes presuntamente procedentes de una actividad ilícita sobre las que aquí se indaga, en la faceta de compartir información con los organismos de otros Estados que tengan entre sus competencias la recuperación de activos”. Todo ello a expensas, eso sí, de que tales medidas de las que “a futuro pudiera requerirse una medida de aseguramiento, embargo o decomiso”, se detalla en el sumario que nos ocupa.
La trama
Resta recordar que el caso Mediador versa sobre una presunta trama de corrupción en cuya cúspide (“en una jerarquía perfectamente estructurada”), como se detalla en tal sumario, se encuentra el ‘intermediario’ llamada Marco Antonio Navarro Tacoronte -condenado por múltiples causas anteriores por estafas y otros delitos- junto al ya exdiputado del Congreso por la provincia de Las Palmas Juan Bernardo Fuentes y el referido general retirado de la Guardia Civil Francisco Espinosa Navas, quien regentase incluso la Comandancia de la Benemérita en la provincia de Las Palmas y hasta una misión de la Unión Europea en el Sahel.
Básicamente, la trama consiste en que Navarro Tacoronte reclutó tanto a Fuentes como a su sobrino, llamado Taishet y que le sustituyó al frente de la Dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias, así como al propio Espinosa para supuestamente cobrar dinero a distintos empresarios del sector -aunque también viajes y fiestas- a cambio de favores políticos que, en realidad y según los empresarios investigados, nunca se llevaron a cabo, por lo cual declararon en el juzgado que se sienten estafados por la trama en cuestión.
La ‘amiga’ del general y Luis Monzón testifican esta misma semana
Una compañera sentimental llamada Adelaida del general retirado de la Guardia Civil Francisco Espinosa, investigado en el llamado caso Mediador, comparecerá a las 10.00 horas del próximo viernes ante la titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Santa Cruz de Tenerife, en calidad de testigo, como parte de las pesquisas sobre esta presunta trama de cobro de mordidas a cambio de favores políticos que tendría en el epicentro al intermediario que da nombre al caso, Marco Antonio Navarro Tacoronte, junto al ex diputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo y el propio Espìnosa. Ese mismo día, la jueza instructora Ángeles Lorenzo-Cáceres interrogará también como testigo al empresario Luis Monzón, quien presuntamente tendría relación de amistad con el general imputado. Según el sumario, Espinosa pidió que contrataran a la mujer a modo de mordidas a cambio de prebendas que nunca se compensaron.
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