Hoy se cumplen tres años del inicio del Estado de alarma, decretado para intentar paliar la pandemia por el coronavirus. Este decreto llevó a la población al confinamiento en casa durante más de tres meses. Hoy, cuando ya parece que ha vuelto la normalidad, cuando casi nadie usa mascarilla, símbolo de la COVID y es obligatoria en muy pocos lugares, cuando casi nadie se acuerda ya de cuando todos los días en la tele salían los datos alarmantes de contagios y muertos, sin embargo, la pesadilla continúa para casi dos millones de ciudadanos de este país que sufren COVID Persistente, término que los afectados adoptaron para esta nueva enfermedad, surgida a raíz de la Covid.
En todo el país, los colectivos de afectados por COVID Persistente han convocado actos para visibilizar su situación y su leer un manifiesto en el que reclaman a la administración y la sociedad que no les dejen solos y los abandonen a su suerte. En Canarias los actos tuvieron lugar en los Colegios de Farmacéuticos de ambas provincias con la finalidad de “no quedar en el olvido” y visibilizar que esta pesadilla no ha terminado para nosotros”. Y que continúan “pidiendo a la Consejería de Sanidad medidas y compromisos sin recibir respuestas”.
Tristemente muchas personas fallecieron, otras se recuperaron y pudieron continuar con sus vida, otros, ni se enteraron y, aunque todos salimos heridos de alguna manera, “podemos asegurar que más aún los que trses años después, sufrimos la COVID Persistente o Long COVID: una maraña de síntomas y enfermedades que nos afectan de forma diferente, un viacrucis de visitas a médicos y un sin fin de pruebas diagnósticas, un ir y venir de gestiones con la administración, una merma de nuestra vida anterior y, a veces, una no vida”, manifiestan.
Además, recalcaron que como enfermos, “demandamos nuestro derecho a ser atendidos dignamente, tratados, investigados y a estar amparados por la Sanidad y las instituciones públicas”.