Tenerife sigue buscando soluciones o, cuando menos, parches para la pesadilla que viven sus residentes respecto al tráfico, que desde el siglo pasado condiciona para peor las condiciones de vida de sus habitantes en las principales vías de circulación insulares, como la TF-5, conocida como Autopista del Norte (reconocida oficialmente como tal pese a que no reúne las condiciones para tal categoría), pero también en la TF-1.
Sin duda, es imposible comprender las claves de este asunto sin recordar que, en marzo de 2019, en la provincia tinerfeña había censados unos 840.000 vehículos en una Isla cuyos habitantes reconocidos son 931.646 en datos del año pasado, lo que la convierte en la Isla más habitada de la Macaronesia. Aunque los afectados no necesitan referencias sobre lo que sufren cotidianamente, es menester que ya el siglo pasado los atascos eran tales que permitían a las televisiones locales de entonces entrevistar a los conductores a pie de ventanilla, dada la parálisis que se padecía en la principal vía de comunicación que conecta el Norte con el área metropolitana.
Sin duda esta crisis insular ha recobrado protagonismo después de que el Cabildo de Tenerife propusiera a la Universidad de La Laguna (ULL) retrasar a las diez de la mañana el ingreso en sus aulas para aliviar el tráfico por la TF-5 a primeras horas de la mañana, lo que respondió ayer la rectora, Rosa Aguilar, avanzando que, en consecuencia, han sondeado a facultades y centros de la institución sobre la posibilidad de retrasar el inicio de las clases, aunque reconoció que, a su juicio, el impacto será “muy menor”.
Lo cierto es que la oferta es tentadora; no en balde, el Consistorio insular ha ofrecido nada menos que 20 millones de euros en dos años a cambio de retrasar el inicio de la actividad lectiva, lo que Aguilar ha respondido que en la mayoría de los centros no se puede hacer nada, porque hay turnos de mañana y tarde, y, además, hay que revisar toda la “idiosincrasia y logística”, incluidas cuestiones laborales.
Eso sí, la rectora reconoció ayer que, por ahora, la facultad de Ciencias de la Salud es la única que tendría disponibilidad para arrancar las clases a las 10.00 horas en sus tres primeros cursos. Entiende que en muchos centros “no se puede” alterar el horario, pero muestra toda la sensibilidad. “Si podemos ayudar en algo, lo vamos a hacer por responsabilidad social”, aclaró.
El PP habla de “electoralismo puro” y CC dice que ellos ya lo pidieron
El candidato del Partido Popular a la Presidencia del Cabildo de Tenerife, Lope Afonso, consideró ayer que la propuesta del Gobierno socialista de cambiar los horarios de entrada de los alumnos de la Universidad de La Laguna como “puro electoralismo” y condenó “el tacticismo del que hace gala este gobierno en tiempo de descuento electoral, que no ha hecho nada en cuatro años y, sin embargo, plantean esta medida a dos meses de las elecciones”.
Para Lope Afonso,ofrecer 20 millones de euros a la Universidad, a cambio de modificar los horarios de entrada de los alumnos, le parece “arribista”, teniendo en cuenta “la situación financiera de la ULL, que ya ha sido denunciada por la propia rectora en medios de comunicación”.
Por su parte, la candidata de Coalición Canaria al Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, se quejó de que la propuesta para cambiar los horarios de la Universidad de La Laguna ya la hizo el grupo nacionalista hace unos meses y entonces fue rechazada por el grupo de gobierno.
“La propuesta la tenía que haber hecho hace cuatro años y no ahora, a dos meses de las elecciones. Pedro Martín sigue llegando tarde a los problemas de Tenerife”, afirmó Dávila, cuyo partido gobernó durante décadas el Cabildo sin implementar las medidas que ahora propone como de urgente aplicación.