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9 años de cárcel para el okupa que acuchilló a otro en La Laguna

El agresor se marchó momentáneamente de la obra en la que todos convivían y al regresar le pidió a la víctima que arrojara el palo y el cuchillo que esgrimía y que se pelearan "como hombres, con los puños"
9 años de cárcel para el okupa que acuchilló a otro en La Laguna

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado la condena de 9 años de cárcel por un delito de tentativa de asesinato a un hombre que acuchilló en el abdomen a otro con el que convivía como okupa en una obra abandonada en La Laguna.

El alto tribunal canario ha desestimado el recurso del condenado a la sentencia original, dictada por la sección quinta de la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife, en la que se declara como hecho probado que agresor y víctima mantuvieron un discusión en la que participaron otras personas y en la que llegó a mediar la Policía.

El agresor se marchó momentáneamente de la obra en la que todos convivían y al regresar le pidió a la víctima que arrojara el palo y el cuchillo que esgrimía y que se pelearan “como hombres, con los puños”.

Acto seguido, le roció el rostro con espray de pimienta y le clavó un cuchillo en el abdomen, y posteriormente se dio a la fuga.

En su recurso, el encausado alegaba que ni siquiera estuvo presente en la reyerta -como atestiguaron sus familiares- y que fueron sus amigos quienes presenciaron los hechos, pero no comparecieron en la vista oral para ratificar su versión.

También esgrimía que no se encontró ningún rastro de ADN en el arma blanca utilizada en la agresión.

Frente a la versión exculpatoria del acusado, apunta el TSJC, “se alza la declaración de la víctima”, que “conduce a formar la convicción que sustenta el relato de hechos probados”, y que la Sala “comparte plenamente”.

Da especial significación a la discusión previa a la agresión, que “opera como elemento corroborador” de la versión de la víctima, pues “es precisamente ese episodio el que explica la agresión de la tarde, a modo de venganza por haber sido expulsados el acusado y su amigo de la construcción abandonada donde vivían como okupas junto con la víctima”.

También repara en la manifestación de la víctima a los agentes de que su agresor había sido el procesado “cuando existía riesgo vital”, lo que “contribuye a reforzar” su versión; así como en que dos testigos manifestaron que aquel le había rociado con espray antes de apuñalarlo.

El TSJC resta importancia a la ausencia de rastros de ADN del acusado en el cuchillo localizado oculto tras unos matojos cerca de donde se produjo la agresión, así como a las declaraciones exculpatorias de los padres de este, y en cuanto a las de su hermano las considera “plagadas de contradicciones”. 

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