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Sara García: “No hay carreras de hombres o de mujeres”

La astronauta de la ESA ha confesado en una charla en la ULL que en alguna ocasión ha sufrido sexismo en el seno de la investigación científica, aunque ha presumido de que su selección para la reserva de astronautas ha sido fruto de "un procedimiento ciego"
Sara García: "No hay carreras de hombres o de mujeres"

La bióloga molecular, investigadora oncológica y candidata a astronauta, Sara García Alonso, ha remarcado este viernes que, de momento, no se puede hablar de la cura del cáncer ya que, “esta enfermedad alberga un espectro de más de 200 tipos diferentes”.

En rueda de prensa, Sara García ha reclamado más inversión en ciencia en España, ya que es un país que se encuentra a la cola de Europa respecto a publicaciones especializadas.

Antes de dar una charla a universitarios y estudiantes de instituto, Sara García ha contado que de niña no tenía nada claro qué quería estudiar, y que lo que le gustaba era explorar, y respecto a su excelente expediente académico ha confesado que se debe “a su carácter exigente y su necesidad de esforzarse al máximo”.

Su pasión por la ciencia se gestó mezclando potingues, experimentando con imanes y luciendo una bata blanca para, y ahora es investigar contra el cáncer y tener la oportunidad de participar en misiones internacionales al espacio, sin que ser mujer sea un impedimento.

La investigadora ha realizado su formación en universidades públicas, no obstante, ha declarado que no considera que “los centros académicos privados o públicos tengan peor o mejor conocimiento”, y ha enfatizado la importancia de que los estudiantes tengan unas bases de pensamiento crítico porque lo importante “es estar dispuesto a aprender”.

En el último año la vida de Sara García ha cambiado por completo, de forma que con su labor en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas la comparte con un segundo trabajo que es un “gran altavoz”.

Para García, la trayectoria científica de mujeres en las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), no es fácil, porque muchas cargan con una mochila “rosa” llena de estereotipos, baja autoestima, síndrome del impostor y falta de referentes” de la que es necesario librarse o convertir a “multicolor”, para que predominen “la valentía, la amabilidad, el aprendizaje, el esfuerzo y la pasión”.

La astronauta de la ESA ha confesado que en alguna ocasión ha sufrido sexismo en el seno de la investigación científica, aunque ha presumido de que su selección para la reserva de astronautas ha sido fruto de “un procedimiento ciego”.

A pesar de las dificultades y cortapisas en las fases de su proceso selectivo, Sara ha contado que tener la oportunidad de viajar al espacio “es toda una aventura”, que se incrementa cuando “estás rodeado de compañeros de hasta 22 estados miembros” con diferentes profesiones, desde médicos hasta ingenieros.

Ser una investigadora con diferentes aspiraciones de responsabilidad, como biotecnología contra el cáncer y la carrera espacial en la Agencia Espacial Internacional, “no te permite tener rutinas establecidas, te exige ser flexible y mantener la calma bajo presión”.

Sara continúa ejerciendo como biotecnóloga en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, institución científica en la que comenzó su periodo posdoctoral en investigación oncológica y en el que continúa para “desarrollar nuevos fármacos que ayuden a combatir un tipo de cáncer de pulmón”.

“Está en nuestra naturaleza querer avanzar en conocimiento”, ha esclarecido García cuando ha valorado el trabajo multidisciplinar de cualquier misión espacial, al tiempo que ha destacado “la importancia de la libertad en el contexto de cada estudiante porque es la mayor forma de poder”.

Sobre sus preferencias en futuras investigaciones espaciales ha compartido que le encantaría que fuesen relacionadas con la oncología, debido a que es su campo de trabajo, pero ha asegurado que dará “su cien por cien en cualquier disciplina porque es su manera de ser”.

Sara García también ha manifestado que cree que están muy bien “los ejemplos extraños de mujeres” para que cale aún más el mensaje de que “no hay carreras de hombres o de mujeres”. 

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