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Expertos surcoreanos inspeccionarán el agua contaminada almacenada en Fukushima

El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, han acordado la visita de inspectores surcoreanos a la central nuclear de Fukushima
Fukushima

El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, han acordado la visita de inspectores surcoreanos a la central nuclear de Fukushima, ante el inminente plan de Tokio de liberar en el mar el agua contaminada para enfriar los reactores afectados por el accidente nuclear de 2011. La decisión ha sido anunciada durante una rueda de prensa conjunta que ambos líderes han ofrecido en Seúl, donde se encuentra Kishida en visita oficial.

Yoon ha destacado que ambos países afrontan conjuntamente la disuasión frente a Corea del Norte y sus amenazas con misiles, así como el “panorama geopolítico tan rápidamente cambiante”. Además, ha defendido incorporar a Japón a la Declaración de Washington firmada el 26 de abril, por la que Estados Unidos se compromete a incluir a Corea del Sur en el programa de disuasión frente a Corea del Norte.

La reunión se ha producido aprovechando la próxima reunión del G-7 en la ciudad japonesa de Hiroshima del 19 al 21 de mayo, en la que participarán también los líderes de los tres países. Este encuentro supone el regreso de la “diplomacia de viajes” suspendida desde hace más de diez años por la tensión bilateral, y los dirigentes de ambos países esperan recuperar los viajes oficiales alternos para impulsar la relación entre ambos países.

En cuanto al pasado de dominio colonial japonés sobre Corea, uno de los principales motivos del distanciamiento entre ambos países, Kishida no ha pedido perdón, como esperaban amplios sectores políticos surcoreanos, aunque ha expresado su pesar por lo ocurrido. “Yo personalmente siento dolor de corazón cuando pienso en la gente que soportó un terrible sufrimiento en las difíciles circunstancias de la época”, ha afirmado el mandatario nipón. En cualquier caso, ha expresado que asume la responsabilidad de avanzar “como nuestros ancestros que superaron tantos momentos difíciles”.

Yoon ha subrayado que desde la reunión de hace dos meses en Tokio las relaciones han mejorado “claramente” y ha expresado que tienen ahora la responsabilidad de llegar a un momento incluso mejor. “Tenemos que renunciar a la percepción de que solo podemos avanzar cuando se resuelvan todas las cuestiones históricas”, ha argumentado.

Ante las demandas surcoreanas, Tokio habitualmente se remite a una disculpa de 1998 en la que pedía perdón por el daño causado durante la época colonial, y hoy no ha sido diferente. “Nuestra posición es que reiteramos la postura previa del Gobierno sobre el pasado colonial, incluida la declaración de 1998”, ha recordado Kishida.

Yoon ha aprovechado para defender el acuerdo suscrito con Kishida el 6 de marzo para la compensación del trabajo forzoso impuesto por el imperialismo nipón durante la época colonial de la primera mitad del siglo XX. La indemnización se realizará a través de una fundación pública respaldada por Seúl, la Fundación para las Víctimas de la Movilización Forzada, en lugar del pago directo de empresas japonesas responsables, para compensar así a más de una docena de coreanos que ganaron batallas legales.

El acuerdo, sin embargo, ha sido objeto de críticas por parte de algunas organizaciones y grupos de víctimas que afirman que el acuerdo no es suficiente y exigen una compensación directa de las empresas japonesas responsables del trabajo forzado.

Por su parte, la visita de Kishida a Corea del Sur es parte de los esfuerzos de los dos países por mejorar las relaciones bilaterales, que han sido tensas en los últimos años debido a cuestiones históricas y territoriales.

El pasado mes de marzo, los dos países llegaron a un acuerdo para resolver la cuestión de la compensación del trabajo forzado durante la época colonial japonesa, un tema que ha sido una fuente constante de tensión entre Corea del Sur y Japón.

La visita de Kishida a Corea del Sur también se produce en un momento en el que la región se encuentra en un clima de incertidumbre debido a las amenazas de Corea del Norte.

En la rueda de prensa conjunta, los líderes de Corea del Sur y Japón acordaron trabajar juntos para hacer frente a la amenaza que representa Corea del Norte y su programa nuclear y de misiles.

Además, los dos líderes se comprometieron a fortalecer la cooperación en áreas como la economía, la tecnología y la cultura.

En cuanto a la cuestión de las aguas contaminadas de la central nuclear de Fukushima, la visita de inspectores surcoreanos es un paso importante para abordar la preocupación de los países vecinos.

El anuncio se produce después de que Japón anunciara su plan de liberar en el mar el agua contaminada de la central nuclear de Fukushima, lo que ha generado preocupación y protestas en Corea del Sur, China y otros países vecinos.

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