A medida que nos acercamos a las próximas elecciones regionales del 28M, se intensifican los esfuerzos y estrategias de los diferentes partidos políticos para captar nuestra atención, cautivarnos y convencernos de acudir a las urnas en su favor. Bajo el constante escrutinio público, cada detalle cuenta para crear y mantener una imagen pública positiva e influyente.
En este empeño, la comunicación no verbal ejerce un papel crucial, ya que tiene el poder de transmitir emociones y actitudes, aportando credibilidad, seguridad, confianza y liderazgo. Los gestos, expresiones faciales, postura o vestimenta pueden influir en la percepción del público y afectar el éxito de un político, así como también lo hacen los pequeños detalles o matices que acompañan su mensaje. El cartel electoral de cada candidato es su carta de presentación y un componente clave en su estrategia de comunicación para ser percibidos como la mejor elección.
Fernando Clavijo (CC)

El cartel del candidato nacionalista abandera los colores de Canarias, los mismos que definen el logotipo del partido, algo que trata de tocar la fibra del votante orgulloso de su tierra. La bandera representa la identidad de una región y es, también, una forma de enaltecer la historia, cultura y valores de un territorio. Algo que va en sintonía con el lema del partido, “Canarias por delante”. Clavijo ocupa gran parte del espacio, posando con el cuerpo ligeramente entornado, la mirada algo desenfocada y una expresión aparentemente relajada. El retoque fotográfico aporta uniformidad al tono de la piel, atenúa arrugas y disipa líneas de expresión en el rostro, algo que resta expresividad. También llama la atención la ligera asimetría de la sonrisa, una de las comisuras se eleva más que la otra, sugiriendo cierto aire de superioridad. El rostro no transmite emoción, es un posado en el que se ha dado prioridad a la parte estética. La ausencia de corbata y los botones desabrochados le aportan un aspecto desenfadado, más “normal”, una fórmula para exhibir cercanía con el votante.
Román Rodríguez (NC)

A primera vista, una de las cosas que llama la atención es la distribución del espacio. En la maquetación del cartel se le da tanto protagonismo a los textos como a la foto del candidato, incluso se sitúan por delante del candidato, cubriendo con la palabra “vota” parte de su imagen. El verde corporativo destaca, y coincide que los textos de mayor tamaño son ilustrados justo en ese color: “ustedes”, “Román Rodríguez”, y “vota”, para resaltar las palabras clave. El uso de la expresión “ustedes” es un reclamo a lo canario, una forma de transmitirle al votante que “hablamos el mismo idioma”, generar cercanía y vínculo emocional. Por otro lado, al centrar la atención en la fotografía del candidato, observamos un rostro afable pero acompañado de una postura que, a priori, puede parecer poco natural. Lo cierto es que, si observamos el comportamiento no verbal habitual de Rodríguez, identificamos esta postura en su conducta natural como gesto de interés y de predisposición a la escucha. La barbilla apoyada en su mano es su forma personal de transmitir su disposición y atención al electorado.
Noemí Santana (UP)

Sin duda, el punto fuerte del cartel de Unidas Sí Podemos es su candidata. Ocupando gran parte del espacio central observamos el rostro sonriente de Santana, un semblante que transmite el optimismo, la esperanza y positividad del que habla su eslogan “pensar que es posible”. Todo ello se acompaña de 8 metas claras y contundentes, sus propuestas electorales, una fórmula original de generar confianza y franqueza. Su imagen está unida a sus promesas, forman parte de ella, es casi una declaración de intenciones firmada. Además de su genuina sonrisa, la candidata también exhibe una ligera elevación del mentón que, en este contexto se podría interpretar como un gesto de orgullo y confianza en sí misma. De su vestimenta sólo podemos percibir una camisa blanca, un color al que se recurre con frecuencia por su conexión con la idea de transparencia y honestidad. El efecto multicolor degradado del logotipo manifiesta el deseo de aunar las tonalidades características de los grupos políticos que representa el partido, e incluso sugiere un mensaje de inclusión, la voluntad de hacer partícipe a toda la sociedad, a todos los colectivos.
Ángel Víctor Torres (PSCS-PSOE)

El rostro sonriente del candidato socialista captura la atención a primera vista. Numerosos estudios científicos constatan que la sonrisa es uno de los mayores atractivos del rostro. Cuando es auténtica desprende cercanía, amabilidad y confianza, un punto fuerte que Torres despliega de forma natural y genuina, como podemos comprobar en las arruguitas que se forman alrededor de los ojos, prototípicas de esta expresión facial. Su mirada directa y su semblante amable persiguen la deseada conexión con el observador. El color blanco de su camisa destaca sobre el fondo gris, y sobre este destaca el tono rojo corporativo de la corbata, perfectamente acompasado con el rojo de la tipografía. La luz ilumina el lado izquierdo del socialista, ¿casualidad? Un detalle que nos revela que se ha cuidado hasta el mínimo detalle. “Ángel Víctor, presidente” es una afirmación contundente, no se considera un candidato más, sino la opción ganadora. Solo se le menciona por su nombre, omitiendo los apellidos, un gesto de sencillez encaminado a conectar con el votante. El corazón pone la guinda al pastel, aportando alma al mensaje, con uno de los emojis más populares dentro del mundo digital.
Manuel Domínguez (PP)

El cartel del Partido Popular se caracteriza por su sobriedad y sencillez. Predomina el color azul corporativo y la cantidad justa de texto, algo positivo si lo que se pretende es destacar la imagen del candidato y no distraer la atención con demasiados elementos o sofisticaciones. Domínguez emerge discretamente de la esquina inferior del cartel, con la mirada dirigida hacia al observador y una expresión relajada y comedida, ni muy alegre ni muy serio. Pero lo que llama poderosamente la atención es su postura corporal. Los hombros elevados y la cabeza agachada sugieren que podría estar en una postura sentado, apoyando los brazos sobre las rodillas. A falta de la estampa completa, lo único que apreciamos es que los hombros sobresalen por encima del cuello, contribuyendo a una poco favorecedora imagen jorobada que no facilita la ansiada conexión con el elector. El escaso retoque digital aporta naturalidad al rostro, así como la camisa blanca y la corbata azul que acompasa el resto de elementos. Al igual que observamos en otros candidatos, no lleva chaqueta, un aspecto que trata de transmitir una apariencia sencilla que muestre cercanía con el ciudadano de a pie.